Me descalzo, me desnudo.
Me distancio, me despido.
Me discuto, me desahucio.
Me diluyo, me doy cuenta,
desespero y...
Yo hago de todo por volverte a ver...
Yo hago de todo por volverte a ver...
Elemental mi querido Wilson, elemental.
House a grandes rasgos es una mezcla de CSI, con ER, Scrubs y Sherlock Holmes. El soporte de todo el show es el protagonista y la intervención meramente circunstancial de sus compañeros de reparto en cada episodio. Si nos ponemos estrictos la estructura siempre es:
Inicio con freak aparentemente normal en su vida cotidiana que sufre un ataque subito de una enfermedad extraña. /Canción del Intro / Hospital de House / House no quiere ver al paciente pero lo convencen / diagnostico diferencial / aplicación de pruebas médicas / Dra. Cuddy a escena / Receta de tratamiento para el freak enfermo de hoy/ House ridiculiza a los pacientes normales que lo consultan / Dr. Wilson a escena /El tratamiento del freak funciona/ House tiene la razón / El freak se convulsiona o vomita sangre o entra en coma o pierde la vista/ corte a comerciales/ House y su equipo debaten/ otro diagnostico diferencial / Allanamiento en la casa del freak/ encuentran algo/ recetan nuevo tratamiento/ parece que funciona/ otra vez convulsiones/ lo que encuentran es una pista falsa/ el freak está por morirse/ House observa un pequeño detalle/ House vs. El Freak/ Todos mienten y House descubre la verdad/ Explicación para mortales comunes: Una causa increíblemente simple provoca toda la enfermedad increíblemente compleja/ Reflexión Wilson-House /borrar el pizarrón/ canción Lado-B excepcionalmente buena/ Fin.
Sí, casi todo se puede resumir en eso. Y saben qué? Aun así es excepcionalmente original cada capitulo. Ya que por lo general hay dos niveles de lectura en la trama.
La normal secuencial, lo que vemos a simple vista en pantalla, la historia que sigue el esquema de arriba y punto.
Y otra lectura. Mucho más compleja, menos accesible y muy exigente para el espectador. Una historia apenas visible entre líneas, en la que es necesario tener ciertos contextos culturales, filosóficos, musicales y hasta médicos, para poder apreciar guiños de ojo, metáforas, alegorías y simbolismos que vuelven cojonudamente inteligente este programa.
Punto y aparte merece la música. Que siempre sorprende en cada capitulo. Con melodías medio olvidadas y otras tan raras, peculiares, difíciles de conseguir, de recordar, de olvidar. Desde la nostalgia delicada del mítico Blind Willie McTell hasta las notas más drogadas de Pete Towsend.
Uno de los momentos más memorables, House escuchando Baba O'Riley de The Who
Mientras que por el lado sentimental. Me fascina el personaje de House, una persona capaz de leer a las demás con tan sólo mirarlas. Las desarma, ve cosas que ni siquiera ellas habían visto de sí mismas. Usando semiótica pura. Al mismo tiempo, cargando ese pasado, con una herida tan profunda en sus sentimientos que se rehúsa a admitir debilidad. Me recuerda a mi hace poco tiempo.
Además, tiene esta cosa en la pierna que lo obliga a caminar con bastón. No puede doblar bien la rodilla. Cojea cada dos pasos. Igual que lo hacía yo cuando tuve el accidente. Es como un lazo… no sé.
Al igual que me da tanta lastima por él. House simplemente me fascina.
No piensen mal, están bailando slam.
Este año el cartel fue soberbio, tuve muchísima suerte de ir.
Aunque encontrar el lugar me costó algo de trabajo. Un montón de baches y varios minutos con esa insoportable sensación que te da con el síndrome de “No tengo ni la más pinche idea de dónde rayos ando”. El MX Beat fue lo suficientemente bueno como para que me apunte a venir el año que entra. Comprando de antemano muchos boletos extras, no para invitarlos, no, no amigos, para revenderlos!
Y es que había un montón de gente cerca de la entrada dispuesta a pagar hasta más del triple para entrar al toquín. Cuando yo llegué María Daniela y su Sonido Lasser estaba empezando. Y Juan que no llegaba… y él que tenía los boletos. Pues tuve que echarme la de Miedo ahí sentado en la banqueta. Poco después llegó y entramos.
Siguiendo el consejo de Juan me hice pasar por fumador en el modulo de registro para que me regalaran muchas muchas chucherías. Así que resulta que preferentemente fumo Benson & Hedges pero compro Marlboro porque aunque son más malos (casi nauseabundos), son también menos caros.
Bueno, esta es mi impresión de los grupos:
María Daniela… Juan tiene razón. Su rostro tiene semblante de desquiciada. Pero justamente ese fue el rasgo que me pareció más atractivo de ella ahí. Jajajaja. Por cierto yo la imaginaba menos delgada. En vivo… es casi amateur el asunto. Hasta parece medio desubicada en sus comentarios entre cada canción. Malos chistes, comentarios bobos… todo un encanto de mujer en realidad. Tanto caos expuesto… Me gustó mucho.
El borre: El Borre no es un grupo, mas bien es el hermano de Juan, también fue al eventoy entre cada banda, o cuando se ponían aburridos aprovechábamos para platicar. Es un cuate muy agradable y sabe reirse de las cosas de la vida. Así como de su hermano. La hermana de Juan también estaba ahí! Y también la vi el día del concierto de los Babasónicos en Zapopum! Pero no recuerdo su nombre. Aunque igual me agrada mucho. Rayos que poco atento. Pero me parecieron muchísimo mejores que…
Titán: Y es que estos tipos fueron medio insulsos, tocan bien en vivo, pero francamente no es mi estilo y estuve lejos de conectar con ellos. A eso agréguenle que se aventaron el palomazo con Silverio, el insufrible guitarrista de Moderatto. Las palabras “bomba en el escenario” me jugaron en la mente.
Aquí Juan en pleno extasis echándole porras a Silverio y pidiendo la de Sentimettal.
The Whitest Boy Alive: No tengo palabras para describirlos. Jamás los había escuchado antes, no sabía de su existencia hasta este evento y francamente fueron asombrosos. Esta banda alemana tiene una mezcla suave, casi alquímica, entre disco, house, electrónica y funk… que desemboca en un sonido pop tan minimalista y etéreo que pareciera que estás oyendo un sueño. La gran sorpresa del día. Todo me gustó en ellos, desde la ejecución de instrumentos hasta el carisma de su vocalista. Un chico que simplemente estaba descaradamente feliz de hacer lo que más le gusta en el mundo. Y lo transmitía.
(Luego de que terminó esta banda Juan fue al baño y su servidor por tragos para ambos, pero luego nos perdimos la pista, fui a buscarlo cerca del escenario y antes de darme cuenta ya estaba rodeado por una manada de fanáticos, todos hombres, esperando, tan ansiosos como amontonados, la salida del siguiente grupo).
The Pipettes: Este trío de chicas me tenía muerto de la risa! Son geniales, tan kitsch, retro, plásticas y vendidas de su propio numerito que resultan irresistibles. De entrada a su banda de acompañamiento te dan ganas de aventarles tomates por el puro look de loser cincuentero. Pantalones Caqui, zapatos de charol, chalecos en tonos pastel, grandes anteojos y hasta brackets en los dientes. Jamás me había tocado ver que un chico le pidiera a su acompañante que lo montara sobre sus hombros para poder berrear desquiciado su amor por las vocalistas. Y aquí pasó tres veces!
No es una foto de una borrachera bochornosa, así salen en sus conciertos.
Babasónicos: Me gustan mucho. El sonido fue muchísimo mejor que en Zapopum, el orden de las canciones no me gustó mucho pero los disfruté a secas. Ahí se acabó el evento para mi. Al día siguiente había cosas más por hacer temprano.
En resumen fue un gran evento, una ganga absoluta y estoy absolutamente agradecido con Juan por la oportunidad de estar ahí… nos veremos el año que entra!