Cuatro gotas de alquitrán en la voz,
siete notas empapadas de alcohol.
Campanadas en el fondo del mar,
carcajadas que me hicieron llorar...
Con un loro que blasfema en latín,
le hacen coro los "Sultanes del swing",
y una big band con un trombón y bombín
de Nueva Orleans, en mi funeral...
-La canción de los (buenos) borrachos
Fito Paez y Joaquín Sabina.
8 comentarios:
Lástima que terminaron peleados.
Saludos
Pues Jotch como que me reñía un poquito, pero no peleados...
Jajajaja
saludos!
jajaja.
nada de eso... el puro afán cítrico/lúdico.
jeje.
qué bonita noche.
¡Qué felices fuimos, York Perry! Vuelve pronto para saldar la rola pendiente.
:)
pues fue presagio "enemigos intimos"
:)
y alcohòlico Jotch, te faltó ese afán. Por el momento creo que la mejor fiesta de mi vida =-S quién diría!
Lo fuimos, bastante, todos. Tal vez Celestina.
Jolie! jajaja sí, de hecho, bueno el título de ese álbum, parte del post va sobre Jotch...
uuuuuuuy, qué mal que veo este post hasta ahora! y, dado que tengo tu bendición para comentar, declaro mi felicidad absoulta de sábado --sin duda, sin duda...
jajajajaja ¡afán cítrico /lúdico / alcohólico! ¡qué delicia de definiciones!
un gusto enorme, yorkperry
f.
Fernando!
Ese sábado rayó en lo mítico. Si me lo contara mi abuelo no se la creo, lo juro...
Es curioso no? Cómo a veces las cosas tan sencillas resultan entrañables.
Inexplicables sincronías... agradezco infinitamente que esa noche fueramos víctimas de ellas.
Bienvenido a esta ventana...
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