Luego de una ligera noche de insomnio (lo que la volvió insufrible), siento que han pasado 30 minutos desde que llegué a la oficina cuando en realidad ya van 5 horas, 300 minutos, 18,000 segundos.
Lo pienso y es contradictorio. Anoche en la cama me sentía ligero, hacía falta algo, y esa sensación de extravío simplemente no me dejaba encontrar mi lugar entre sueños. ¿Encontré mi lugar antes acaso? Sé con certeza que tengo hambre, que uno vive A Day in the Life y que luego sigue el silencio.
No me puedo...
No me puedo estar callado...
3 comentarios:
¿Y qué es lo que te hace falta para encontrar tu lugar? ¿Qué es lo que no puedes callarte? No me lo digas, no me lo digas.
Yo estoy en un punto opuesto.
Estoy donde debo pero no quiero quedarme ahí.
Estoy hablando, pero quisiera estar en silencio; aunque a veces los sielncios hablan de más.
Polizonte: Una brújula tal vez, y tirar el mapa. Y no diré más, mi madre me enseñó a no hablar con desconocidos.
Sue: Entonces gira... =-)
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