Los capitalinos tienen un poco de hobbits, algunos (los más silvestres) poseen incluso rasgos élficos y casas con el suelo de madera, aquellos que tuvieron el don de emigrar fuera de la ciudad tienen gotas de té en sus ojos.
El cine parece un teatro, las prostitutas se reúnen afuera de los museos y Ariadna se desnuda a media calle. Los chocolates guardan cerezas y las cerezas guardan secretos. The Beatles suenan en el fondo bajo el menor pretexto y el Caminante te lleva a esos brazos de tu sueño. La bendición de vivir un What if... de vez en vez.
El cine parece un teatro, las prostitutas se reúnen afuera de los museos y Ariadna se desnuda a media calle. Los chocolates guardan cerezas y las cerezas guardan secretos. The Beatles suenan en el fondo bajo el menor pretexto y el Caminante te lleva a esos brazos de tu sueño. La bendición de vivir un What if... de vez en vez.
(...siempre que enciendes la TV están dando F·r·i·e·n·d·s)
sufriendo un severo caso de licantropía melancólica.
4 comentarios:
Híjolas, yo no sé a ti, pero a mi me dieron ganas de chillar con este post. Se me llenaron los ojitos de lágrimas. Ni siquiera creo que sea algún tipo de confesión (barata), puritita verda'.
oh :0 soy una hobbit!
La mera verdad, yo sí tengo mucho de hobbit: vivo en una cueva.
Se te olvidó mencionar a los mimos. Los mimos, York, los miiimoooos.
Ananké: Usted es una sentimentaloide de lo pior, todo lo que huela a beatles o fiesta preterita la pone chilletas.
Jolie: eso me temo.
Bren: No! Yo no vi a ningún jodido mimo actuando a media calle, y eso lo negaré categóricamente.
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