martes, febrero 23, 2010

Música para Turistas...




Drink up, baby, stay up all night,
the things you could do, you won't but you might,
the potential you'll be that you'll never see,
the promises you'll only make.

Drink up with me now and forget all about,
the pressure of days, do what I say,
and I'll make you okay and drive them away,
the images stuck in your head.

People you've been before
that you don't want around anymore,
that push and shove
and won't bend to your will,
I'll keep them still...

Drink up, baby, look at the stars,
I'll kiss you again, between the bars,
where i'm seeing you there
with your hands in the air
waiting to finally be caught.

Drink up one more time and I'll make you mine
keep you apart deep in my heart.
Separate from the rest
where I like you the best
and keep the things you forgot...

The people you've been before,
that you don't want around anymore,
that push and shove and won't bend to your will
I'll keep them still...


Between the Bars - Elliott Smith
(en el quinto trago)


lunes, febrero 22, 2010

Cómo arreglar tu pedal roto de rock band...

Resulta que mi hermana hoy intentó tocar a la batería Brianstorm de los Arctic Monkeys en nivel experto. Para ser más gráficos. Ella intentó esto:



Y lo único que consiguió fue esto:






Claro que lo primero que se nos ocurrió fue preguntarle a San Google qué hacer para arreglarlo. Y vaya que surgieron respuestas, desde la más obvia de "cómprate otro pedal hasta que lo jodas de nuevo", pasando por la obligatoria "Deja de ser nena y aprende a tocar una batería de verdad", o la esnob "debiste jugar Frets on Fire desde el principio", hasta que llegué a este video tutorial, claro, sencillo y revolucionario. Un pedal casi irrompible!




Pero lo mejor fue descubrir que esto es bastante común, y algunos lo toman con filosofía, como estos hermanos o proponen soluciones caseras como ellos, con un peine, cinta adhesiva, un cuchillo y un condón.

El camino de la buena músico es complicado y exigente, pero eso nunca nos alejará del RRRROOOOOCCCCKKKKK!


domingo, febrero 21, 2010

Mejor que el iPad (para fans de la manzana...)


Para todos aquellos que nos morimos por tener un iPad y ya no podemos esperar más para poseer entre nuestras manos el nuevo juguete de Steve Jobs, acabo de encontrar una alternativa, más accesible y superior a final de cuentas.

Miren!



Honestamente las cosas de apple me parecen más hype que auténtica funcionalidad. Mi primera experiencia fue con una iMac del 2001, y posteriormente con el iPod. La interfaz y capacidades creo que, vistas a la distancia, siempre fueron caprichosas y limitadas; pero si daban el gatazo de ser mejores que la competencia, principalmente porque eso era lo que siempre afirmaban en sus campañas. Pero, al menos en mi experiencia, cuando me animé a salirme un poquito a explorar otras opciones, encontré que siempre había un par mejores y menos costosas.

El iPad ni siquiera ha salido al mercado y los primeros testers ya le han encontrado un buen de peros, empezando por los problemas de control y precisión en su interfaz táctil. Pero eso no va a importar, ya hay muchos haciendo cola para probarlo (tenerlo) antes que nadie.

¿Yo me compraré uno? Obvio, chance y en una de esas, sí.

viernes, febrero 19, 2010

El homenaje a Warren Zevon

Amé este texto... en las últimas semanas me la he pasado escuchando la discografía de este emotivo genio. Que nunca llegó al mainstream, si acaso solo cuando ya tenía un pie en la tumba... pero, me topé con este artículo de Rodrigo Fresán, tan bueno y empático, que tuve que hacerle vil copy/paste. Por favor, síganlo, en verdad, puede iluminarles la vida con un par de rolas...



escrito por Rodrigo Fresán




Bruce Springsteen, Don “The Eagles” Henley, Bob Dylan, Billy Bob Thornton, Adam Sandler, Steve Earle, Jackson Browne, Bonnie Raitt, The Wallflowers, Ry Cooder, Pete Yorn, Jill Sobulle, The Pixies y Jorge Calderón, entre otros monstruos, se juntaron para grabar Enjoy Every Sandwich, un emocionante homenaje póstumo al enorme Warren Zevon, un hombre que se despidió dejando un único consejo: “Disfruten cada sandwich”.


El momento fue en vivo, en El Show de David Letterman –amigo y fan confeso– y no demoró en ser preservado en el emocionante documental del canal VH1 –se consigue en DVD– para que podamos verlo una y otra vez. Y el que no llora es un insensible, en serio.

Allí, único invitado al show donde cantaría por última vez en público, el terminalmente enfermo songwriter Warren Zevon se fugó por un par de días del estudio de Los Angeles –donde corría y perdía el aliento intentando terminar The Wind, su disco número catorce y su primer y último álbum de despedida– para conversar con Letterman y despedirse con sonrisa resignada, antiheroica y, quisieralo o no, épica. Esa noche Warren Zevon hizo chistes bastante siniestros –pero muy graciosos– sobre la inminencia de su final y sólo pareció ponerse serio cuando el anfitrión del show tragó saliva y le preguntó: “Desde la perspectiva de las cosas que tienes ahora... ¿sabes algo sobre la vida y la muerte que yo no sepa?”. Zevon miró a Letterman con ojitos tristes pero divertidos, se lo pensó apenas un segundo, y lanzó uno de esos one-liners que distinguieron y siguen distinguiendo sus siempre vitales canciones sobre el fino arte de morirse. Zevon respondió: “Nada nuevo; salvo que ahora tengo perfectamente claro cuánto tienes que disfrutar cada sandwich”.

Dicho y asimilado y obedecido y así –a poco más de un año de la muerte de Zevon– aparece “Enjoy Every Sandwich”: The Songs of Warren Zevon, álbum que –al igual que The Wind– funciona también como alegre y dolida reunión de amigos cercanos para algo que, afortunadamente muy lejos de esos cómodos, impersonales y corporativos tributos, es más un sentido memorial para un artista inolvidable. Digámoslo así: esto es más un selecto Hot Pastrami que un vulgar Big Mac.

Uno Y aquí están, éstos son los que se acercaron a revisitar un buen puñado de canciones de Zevon.

l “Searching for a Heart”: Don “The Eagles” Henley la canta con languidez californiana y le presta un delicado aire reggae que por momentos recuerda a “Stand By Me”. El que Frank Sinatra no la haya grabado en su momento es uno de esos misterios que hacen todavía más imperfecto a nuestro mundo.

l “Werewolves of London”: A Zevon le gustaban los actores que cantaban porque consideraba que podían “interpretar” las canciones. El comediante Adam Sandler se mete aquí con el único hit certificado de la carrera de Zevon y consigue una más que convincente imitación del song-writer durante sus años más locos y peligrosos. Ya saben, todos juntos, otra vez: “Ahh-ooooooooh!”

l “Reconsider Me”: Steve Earle & Reckless Kelly la cantan con más aspereza que Zevon. No está mal. Pero nadie canta Zevon como Zevon. Sobre todo a la hora de sus canciones de amor con el corazón roto y el cerebro entero. Casi.

l “Poor Poor Pitiful Me”: Jackson Browne & Bonnie Raitt son un poco blanditos para uno de los himnos del Zevon desatado en plan Hulk. Pero, bueno, Browne era uno de sus mejores amigos y siempre estuvo ahí en los malos tiempos dando una mano o dos. O cuatro. Perdonado entonces.

l “My Ride’s Here (Live)”: Uno de los mejores momentos del asunto. Bruce Springsteen –en vivo, 10 de septiembre del 2003, Toronto– lentifica y mexicaniza con acordeón este himno de batalla sobre la grandeza de irse al galope al otro lado y la hace suya sin por eso quitársela a su dueño. Especialmente emotiva la presentación a cargo de The Boss definiendo a Zevon como “alguien que nos dejó hace unos días pero sigue siendo uno de los más grandes escritores de canciones de América”. Así se dice, así se hace.

l “Lawyers, Guns and Money”: Jakob Dylan y The Wallflowers ofrecen aquí una prolija y respetuosa versión de un clásico al que no hay que tocarle ni un pelo. En cualquier caso, el chiste de cantar “Warren, get me out ofthis!” en lugar de “Dad, get me out of this!” funciona. Canción perfecta para película de Sam Peckinpah.

l “Studebaker”: The Wallflowers acompañan a Jordan Zevon, hijo de Warren, quien toca el piano igual que papá y tiene una voz parecida pero sin tanto bourbon y humo acumulado. Todavía tiene tiempo. La canción es un tema inédito de finales de los ‘60 que suena, de inmediato, a otro standart de Zevon. Indispensable. Hay rumores de una inminente caja de rarities –sello Rhino– donde encontraremos el demo original y tantas otras maravillas.

l “The Wind”: Tema que no hubo tiempo de grabar e incluir en The Wind. El actor Billy Bob Thornton –vecino de Zevon– se pasa un poco de rosca queriendo ser más intenso que Warren. Y se olvida de que Zevon era intenso, sí, pero riéndose de su propia intensidad.

l “Splendid Isolation”: No está nada mal la versión de Pete Yorn. Pero, claro, falta Zevon soplando el mejor solo de armónica de toda la Historia.

l “Mutineer (Live)”: Bob Dylan no llegó a participar en el cover de “Knockin’ On Heaven’s Door” de The Wind y probablemente nunca se lo perdone. O quizá le dio fiaca ir, quién sabe. En cualquier caso, durante todo el año pasado incluyó canciones de Zevon en sus conciertos. Esta –registrada en algún lugar de Australia– convierte una love letter de Zevon a sus seguidores en una suerte de canción marinera para amotinados enredados y perdidos para siempre en el Mar de los Zargazos. Brillante y oscurísima al mismo tiempo.

l “Monkey Wash Donkey Rinse”: David Lindley & Ry Cooder, dos de los guitarristas favoritos de Zevon cruzan cuerdas en uno de esos temas lúgubres perfectos para película con héroe agonizante pero con tiempo para un último trago. Y ya que estamos: Waddy Watchel –socio mayoritario en otros discos de Zevon pero misteriosamente ausente en The Wind– reaparece en toda su gloria y exprime sus seis cuerdas en los tracks de Henley, Sandler, Brown & Raitt, Zevon Jr., Thornton y, al cierre, Calderón y Warnes. Bienvenido a casa, Waddy.

l “Don’t Let Us Get Sick”: la vocecita aniñada de Jill Sobule consigue poner la piel de gallina –o de águila– en una de las canciones más emocionantes de Zevon.

l “Ain’t That Pretty At All”: la entrada más desconcertante; pero enseguida se comprende que no lo es tanto. The Pixies invocan cabalmente el amplio costado punkie de Zevon.

l “Keep Me in Your Heart”: Jorge Calderón –el viejo camarada y co-autor de buena parte del canon zevoniano– se apunta al final con la última canción grabada por su hermano de sangre. Jennifer Warnes ayuda. La primera vez desconcierta un poco porque es una canción MUY personal e intransferible. Canción con casi muerto pidiendo no ser del todo olvidado. Pero, bueno, supongo que es el modo que tiene Calderón de decir “nunca te olvidaremos”.

l “Keep Me in Your Heart (Strings Only)”: el elegante arreglo de cuerdas de Van Dyke Parks aparece –a modo de bonus-track fuera de programa– despojado de la canción y a solas y recuerda, claro, a los arreglos de cuerdas de Zevon para “The French Inhaler” y “Desperados Under the Eaves” o a sus interludes del disco Bad Luck Streak in Dancing School (1980). Buen cierre. Aire de requiem. R.I.P.

Y si estás ahí da treinta golpes.



Y la fiesta está buena y los covers funcionan pero, claro, uno se queda con ganas de más. Tendría que haber sido un doble y tendrían que haber estado muchos otros que –aunque no fueran amigos– podrían haber rendido justo homenaje. Y ése es uno de los problemas de estos discos: te obligan a pensar opciones, a llenar agujeros, a invitar e invitar a muchos otros; y he aquí alguno de los que se me ocurren para la próxima: LeonardCohen y “For the Next Trick I’ll Need a Volunteer”, Nick Cave y “Desperados Under the Eaves”, Lloyd Cole y “The French Inhaler”, Lyle Lovett y “Things to Do in Denver When You’re Dead”, Rickie Lee Jones y “The Heartache”, Ryan Adams y “The Indifference of Heaven”, Elvis Costello y “Please Stay”, Annie Lennox y “Hasten Down the Wind”, Peter Gabriel y “Leave My Monkey Alone”, Linda Ronstadt y “El amor de mi vida”, U2 y “Suzie Lighting”, David Byrne y “The Hula Hula Boys”, Randy Newman y “Excitable Boy”, Eminem y “Boom Boom Mancini”, R.E.M. –quienes lo acompañaron en todo Sentimental Hygene (1987) y lo cubrieron en Hindu Love Gods (1990), disco y banda fantasma de covers– y “Accidentally Like a Martyr”, Fleetwood Mac y “Looking for the Next Best Thing”, puestos a contratar a otro actor quién mejor que Robert Downey Jr. para “Detox Mansion” y, last but not least, el fantasma de Johnny Cash contando desde el otro lado –con Zevon al piano– la saga asesina de “Roland the Headless Thompson Gunner”.

Pero son fantasías. Mejor –ahora que lo pienso– que rescaten en compact de una jodida vez los desaparecidos en acción Stand in the Fire (1981) y The Envoy (1982). Y que alguien se ponga a escribir YA una buena y sabrosa biografía de la bestia.

Mientras tanto y hasta entonces, aquí están estas guarniciones emparedadas que no ocupan el sitio de un nuevo disco de Zevon pero que, al menos, nos permiten extrañarlo con gracia y respeto y hambre.

Y en la tapa de Enjoy Every Sandwich está esa precisa caricatura de R.J. Matson. Pocas líneas y trazo limpio que invocan a la perfección la mirada peligrosa y la sonrisa traviesa. Warren Zevon, seguro, hubiera preferido la incorrección más anárquica que política de su trade mark: una calavera fumando. Pero se sabe –y él lo supo de la peor y más drástica y abrupta manera posible– que nada es perfecto. Aunque –después de todo– de exactamente eso trataban y tratan todas sus canciones, ¿no?

miércoles, febrero 17, 2010

York vs. El Hombre Lobo!




Sí, ya vi El Hombre Lobo (The Wolfman), aunque todo mundo hablaba porquerías inmundas y radiactivas sobre ella, entré a esa sala, y es más, para terminar de hacer la marranada la vi doblada al español... ¿Y qué creen?

Pues lo obvio, que con Mark Romanek tras las cámaras, Benicio del Toro en el protagónico, Danny Elfman en la música, el guionista de Se7en y Sleepy Hollow tras el libreto y Rick Baker el gurú del maquillaje poniéndole los pelitos al monstro, no podían fallar... ¿cierto?

PUES NO! Fallaron! Y oh sweet Lord! De qué forma!

El Hombre Lobo es una mamada! Pero si nos ponemos fríos, siempre lo fue, ya se veía venir el bodrio, y esta es la crónica de una jalada anunciada...





Si hacemos un poquito de memoria recordaremos que esta cinta se supone que iba a estrenarse desde el verano de 2007, pero no sucedió.
Universal Pictures durante los 40's fue una productora que se distinguió por hacer películas de monstruos... Frankenstein, El Hombre Lobo, la Momia, Drácula, etc. Y esta era una veta que deseaba recuperar. Pero entonces llegó Van Helsing con dos pelis tan malas que orillaron al estudio a mandar a su mejor proyecto a la congeladora.

Ese proyecto era hacer el remake de su joyita más preciada:



En efecto, el cartel parece una broma mala, y ya desde ahí era para darnos cuenta... si esta era la base de lo que se estrenó el fin de semana pasado, pues era demasiado pedir que nos entregaran una película memorable.

Al principio iba a dirigirla Mark Romanek, el director de videoclips acá bien chidos, se supone que sería su follow-up luego de One Hour Photo, el chavo incluso tuvo la genialidad de contratar a Andrew Kevin Walker, el guionista de Sleepy Hollow y Se7en, para al más puro estilo de Michel Gondry en Eternal Sunshine of the Spotless Mind, hacer un screenplay directamente en lugar de un guión. De modo que la apuesta era por una obra absolutamente visual.

Tenía todo listo para arrancar y justo antes de empezar a filmar... el chico se sale del proyecto por diferencias creativas con los productores. Ellos, muy astutos y sagaces, como vieron que ya estaba todo servido y ya tenían a los actores agarrados por las bolas con el contrato, pues decidieron conseguir al mejor director barato que Hollywood podía ofrecer, claro! John Johnston, el director de Jumanji y Jurassic Park III ¬¬



El tipo fue tan eficiente que filmó al pie de la letra lo que había en el screenplay, entonces, cuando los productores se sientan a ver el resultado final, oh sorpresa, se dan cuenta de que es algo demasiado largo, denso, gore, oscuro y algo aun más "imperdonable", que este hombre lobo camina sobre cuatro patas.

Así que decidieron aplazar el estreno, contratar a un nuevo guionista, regrabar nuevas escenas y editar el filme de nuevo, Navidad de 2008 se quedó sin aullidos, pero en febrero vendrían.

Al ver nuevo corte de la película, los productores se dieron cuenta de que el hombre lobo que camina en dos patas no se veía tan bien como creían, que la música ya no encajaba con el nuevo tono ligero de la película y que el final se les había pasado de melcocha romántica.

Así que decidieron aplazar el estreno de nuevo, regrabar más escenas y reeditar otra vez la cinta. Febrero de 2009 se quedó sin aullidos, pero en navidad vendrían.

Para este punto Danny Elfman los mandó al carajo, y el editor original también, de modo que contrataron a otro músico de estudio para la nueva partitura y consiguieron al editor de El Exorcista para que rescatara al muertito. Grabaron un nuevo final, ahora con harto CGI y cruzaron los dedos.



Al ver el nuevo corte de la película, los productores se dieron cuenta de que el hombre lobo de la foto no resultaba nada intimidatorio (además de usar reloj), que la cinta seguía siendo muy lenta, larga y que con tanto gore sólo podría tener una clasificación de adultos en las salas.

Así que decidieron aplazar el estreno de nuevo, cambiarle la apariencia al lobito, regrabar más escenas y reeditar otra vez la cinta. Febrero de 2010 sería la fecha definitiva (ahora sí la buena) para presentar su bebé al mundo.

A mediados de Enero los productores decidieron tomar riendas del asunto, despidieron a todos menos el director, contrataron a un guey que sabía moverle a la consola y editaron ellos mismos la película, con la música original de Danny Elfman!

¿El resultado? Pues...

Un inicio como de "no supe qué contar primero".

Un hombre lobo que en una toma mide tres metros y en la siguiente es un hombre con maquillaje chistoso.

Un inexplicable cameo de Smeagol del Señor de los Anillos



Transiciones con nubecitas que corren, como de Amarte Duele.

Un hombre lobo que a veces corre en cuatro patas, otras en dos, otras en cuatro, otras en dos...

MUCHOS sustos baratos de "el perro de la casa salió de entre las sombras" y "la ramita del árbol hizo ruido de la nada".

En una escena Benicio tiene una herida en el hombro izquierdo y luego está en el derecho, y luego vuelve al izquierdo.

Hay un extreme close-up a los labios de la protagonista donde se nota a todas luces que usaron a otra actriz que se parecía para regrabar la escena.

De una toma a otra Benicio del Toro tiene más arrugas, más panza y otro corte de pelo (y no era que se estuviera transformando), hasta resulta cómico el salto de dos años entre cada regrabación.

La música nunca deja de sonar, no hay un solo minuto de silencio. Como que a los productores/editores nunca se les ocurrió darnos un descanso de tanto violincito.

Demasiado CGI

Un final chaqueto.

Aun así, comparada con la original de los 40's, esta nueva versión del Hombre Lobo ha de ser una mega reata, que eso sí, al menos cumple bien con las exigencias baratas del subgénero.

Francamente no entiendo a las personas que entraron a la sala esperando ver The Dark Knight o Let The Right One In. El Hombre Lobo siempre se anunció como un vil movie, de esas que ves mientras comes palomitas y te burlas de ella mientras intenta venderte la trama.

Al menos a mi me dio exactamente lo que esperaba al principio, luego de tanta crítica creí que estaría peor. Y hasta podría decir, que está tan mala que eso la vuelve disfrutable.


domingo, febrero 14, 2010

Fuck Valentine

Ain't nothing special when the present meets the past.
I've always taken care of business, I've paid my first and last...


-Warren Zevon



Es un poco extraña y repetitiva, la manera en como todos damos vueltas alrededor de este día. El 14 de Febrero, San Valentín, fecha en la que celebramos la existencia del ser querido, el placer de darnos el lujo de la convivencia mutua, el gusto por canjear ese cupón válido por una excelente excusa para ombligarse con un "quizá" o con un "ahora". Pero...

Tú y yo, ¿quiénes somos en este día? ¿vemos a la persona de al lado?

Tal vez sea porque me encuentro con fenilefrina y paracetamol saliéndome por las orejas, pero en verdad, pienso mucho en esto... el amor y esta fecha.

A pesar de estar enfermo tuve que salir para conseguir un globo cursi, mi hermana lo necesitaba para un intercambio escolar. Y me di cuenta de que todo mundo estaba de fiesta, y todos cargando con esa indefectible sonrisa de bobos. Restaurantes llenos, gente de la mano, globos, lluvias de te quiero.

Y por otro lado, todas las personas en twitter, facebook y msn, acusando a este día como el "feliz día de las mercadotecnia". Me dejan preguntando quién tendrá la razón... Tal vez ambos.

¿Sabes? Cuando a Warren Zevon le preguntaron cómo era saber que estaba enfermo y que moriría pronto, lo primero que se le ocurrió contestar fue "ahora tengo perfectamente claro cuánto tengo que disfrutar cada sandwich". Poco después grabó esa belleza que es Numb as a Statue, algo que es jodidamente raro, porque la melodía que logra es tan feliz, aun cuando él supiera que ya tenía un pie en la tumba.
No hay un nombre de mujer en toda la canción, pero flota en cada nota.






Está ahí, aunque no lo mencionen... justo como lo que celebran en esta fecha.
Por mi parte, todos los años, donde llega el 14 y me encuentro solito me frikeo, porque la fecha se convierte en una suerte de agujero negro inverso, que te escupe en la cara que en cierto modo, tú no estás en la fiesta.

Vamos, llámenme cursi pero a mi el San Valentín me gusta. Es un día en el que todos conspiran para intentar poner cada uno de los factores en la misma sintonía, una simple, rosa, armónica, para dos; y eso, joder, mercadotecnia o no, jamás podrá ser malo.

Créeme cariño, he brincado de mi árbol. Todos, amuletos, serenatas, vestidos, dinosaurios, neceseres, sandwiches, ventanillas, papas fritas, llamadas, rimas, chocolatinas, cigarrillos, bandas que tocan en bodas, aeropuertos. Están por vos.

Al final, el amor es todo lo que tenemos, lo demás, a su modo, es cáncer...

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sábado, febrero 13, 2010

Intermedio a mi quijada....

Interrumpo mi maratón de Californication, la serie de TV protagonizada por David Duchovny, que es algo así como Sex and the City, pero con menos sensiblería y muchísimas más tetas (y sexo), para preguntarme aquí, abiertamente ante ustedes...

Cómo en el cielo ha sido posible que esa niña, Madeline Zima, la pequeña mocosa insípida de The Nanny, haya pasado de esto:




A esto:



Como diría la nana Fain: OH-MY-GOD...

De hecho en la foto tiene mucha ropa encima, comparada a como normalmente sale en Californication (sí, es un vestido de una sola pieza, lo sé...).

Bueno, ejem, regreso a mi maratón...

Sí mañana me repongo de este ataque de tos-gripa-fiebre-asfixia escribo un post decente.

Peace!

miércoles, febrero 10, 2010

Antes de su lugarcito en la cama

Estas líneas son un poco dormidas, arrastraditas de arena, pero reclamando su lugar, en el eco de este sitio, que ya tiene una hueco tan profundo como una cueva. Inversamente proporcional a todo el carrusel que vivo del otro lado de la pantalla. Por partes la novela ha ido más o menos así:

Aun no compro casa, pero veré unos departamentos muy prometedores este sábado.

A alguien muy especial le regalé una cripta con césped.

Mi vieja computadora murió, el disco duro con toda mi información desde 1998 no responde, sólo nos queda el truco del congelador y el conector USB para revivirlo lo suficiente para lograr un respaldo, a ver si funciona.

Yo ya quiero MXBeat, pero parece que... o no va a haber o en el mejor de los casos será hasta finales del año.

Probé lo que viene siendo la torta ahogada de camarón, bañadas en salsa como de lonches Gemma, sabe tal y como suena. Hell...

Ahora soy un junkie de ver películas on-line. Vi Funny People, y no es tan funny...

Me da ternura y risa la expresión "saquen la fiesta".

Me muero por ver el musical "Mentiras". Roscas y Bel, les saco la lengua.



Encontré el FIFA 2009 para el play 3 a doscientos pesos. Uy, grave error...

Llevo tres libros en lo que va del año, casi recupero la condición. Pero eso sí, no aguanto 40 minutos en la caminadora.

En mi oficina el jefe tiene ahora esta idea de hacer su versión propia y personalísima de iCarly.com , la ahogada de camarón estaba mejor.

Juanelo Rocha estrena look, y ahora se parece a él...



domingo, febrero 07, 2010

¿Dónde ando? Arriba en el aire...

Ok ok, resulta que mi computadora quedó frita.

Pero hemos estado más o menos ocupados últimamente...




Vi Up in the Air. Una de las historias más etéreas y contundentes que he vivido en buen rato. Me recordó mucho a Lost in Translation o The Thin Red Line, donde aparentemente no cuentan nada cuando en realidad sucede TODO.
Y también, no es una cinta que te tenga indiferente, o la amas o la odias.
La actuación de Clooney rockea, aunque es engañosa para aparentar ser parca y anodina al principio, aborda una evolución hermosa... El guión, qué prodigio!
Pero Jason Reitman, es EL HOMBRE! De verdad, en cualquier cosa que dirija este muchacho, así sea un comercial de Pampers, me tendrá ahí en primera fila.

Y oh sí, Vera Farmiga, soy tu fan:


jueves, febrero 04, 2010

Sobre el concierto de Phoenix....



En la ciudad habíamos tenido una semana en la que, como canción de Maná, no paraba de llover. Incluso ayer mientras intentaba llegar a casa para recoger el coche, con los charcos de agua llegándome a los tobillos, evalué ligeramente la posibilidad de no ir a ver a Phoenix.

Porque era un concierto en miércoles, porque iba a empezar a las 10 de la noche, porque iba a haber dos teloneros, porque los organizadores del concierto tenían fama por no ser un ejemplo de puntualidad, ah sí, y encima por la fría lluvia incesante.

Pero oye, era Phoenix! Así que fui... y no no no, señores. Ese fue el concierto del año!

Y va a estar bastante difícil que alguien los baje de ahí.

Ante un foro lleno al tope, es más, con sobrecupo, los muchachos llegaron en actitud de rock star... de reclamar y arrebatarnos todo lo que les pertenecía, desde nuestra cordura hasta el ritmo. Y saben qué? Se lo merecían todo.

Ver a Phoenix en vivo es una de las experiencias colectivas más felices que he tenido. Tocaron con bolas, festejaron con nosotros, hicieron que Too Young sonara como una obertura apocalíptica, su cover folk (!?) de Playground Love, original de Air, estuvo pocamadre! y para rematar, al cierre del encore Thomas Mars, vocalista del grupo, de la nada apareció entre el público y se trepó sobre la barra, para terminar de cantar y hacer body surfing hasta el escenario!

Quiero más Phoenix!

Ellos son mis amigos



Thomas sobre el bar.
Foto cortesía del Borre

martes, febrero 02, 2010

New York I Love You, I Hate You!

Sé que ya había hablado de ella en los Yorkies 2009, pero aprovechando su estreno en la ciudad el pasado fin de semana, creo que este "filme" merece un post para él solito.



Paris, je t'aime es el referente obligado, es más, si tú fuiste a ver New York I Love You al cine, muy probablemente fue porque viste aquella serie de cortos sobre la Ciudad Luz y te conmovió. Y lo logró porque era un propuesta interesante, relativamente original, con grandes directores, contando enormes y entrañables historias en solo cinco minutos! Siempre tomando como esencia el alma de la ciudad, con sus barrios como espejo de auténticas (y extraordinarias) historias de vida. París era la que hablaba.

En ese aspecto, New York I Love You es un desastre.

Son un montón de historias melosas, de amor (en todos sus matices y facetas), la mayoría de ellas tan genéricas en el fondo como pretenciosas en sus intenciones. Eso sí, teniendo como escenario la ciudad de Nueva York. Pero esto al final es un pretexto, para los fines de los cortos las calles pudieron ser intercambiables con las de cualquier ciudad.

Cuando fui a verla dos personas se salieron de la sala y yo estuve a punto de ser la tercera. El problema de esta colección de cortos es que toma la idea de otra ya existente, sobre París, y lo hace todo mal, o bastante diferente (y fallido) en el mejor de los casos.

A excepción de un par de relatos el resto no tiene gracia y parece que se dedica más a retratar los estereotipos de la ciudad que a dejarla hablar, caricaturizando de paso a las poblaciones minoritarias.

Shekhar Kapur, es el director que logra la historia más hermosa y auténtica. Sobre una cantante madura que se hospeda en un hotel extraño, a medio paso de la demencia. Y hasta ahí.

En si, el punto flaco aquí es la estructura, empezando por los directores. Lo más raro es que la fotografía que dan de New York es como de los hombros hacia abajo, imagino a un montón de niños nice imaginando la ciudad que hay afuera, en lugar de salir a conocerla y retratarla.

Sólo vean a los protagonistas de los cortos: El bailarín profesional, el músico que compone bandas sonoras para películas, la actriz que se mete mucho en su personaje, la jovencita que graba todo lo que puede en las calles con su súper cámara de FULL HD, los joyeros de abolengo, el pintor alcohólico, el hombre de negocios que va a restaurantes exclusivos...

¿Alguien vio algún afroamericano en toda la cinta? ¿Dónde quedó el Harlem? ¿Hell's Kitchen? ¿Y ese movimiento deliberado de omitir la estatua? No tengo nada en contra de eso, si hay algo que contar, cuéntenlo. Pero aquí todo se quedó en un conjunto de retazos, forzados a estar entrelazados, creados por un grupo de directores que aquí se quedan cortos (¿captan el gag?) y pretenciosos.

New York I Love You tiene un título engañoso y que le queda demasiado grande. Historias de Amor en Nueva York o algo así pudo ser un nombre más honesto. La Gran Manzana aquí es sólo un pretexto para un producto poquito mediocre. Vamos, creo que cualquier capítulo de F·R·I·E·N·D·S es más allegado a la ciudad que esto.




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