Hay momentos cuya geometría escapa de toda lógica primaria, y es perfecto así, no necesitas mayores fotografías que aquellas imágenes que queden tatuadas indelebles en la memoria, creedlo, no lo olvidarás, les llaman momentos de vida. Así que no lo pienses dos veces, así está bien.
Bob Dylan predica en tu ciudad.
Bob Dylan predica en tu ciudad.
Faltan pocas horas para que llegue el momento, sigues igual de incrédulo y ajeno que hace un mes. Es como la antitesis exacta del síndrome del miembro fantasma, no sientes eso que ha llegado porque siempre estuvo ahí.
Una promesa de borrachera en un año muerto había cerrado complicidades, ambos pactamos ir a cualquier ciudad de cualquier país, más allá del horizonte si era necesario, pero este 2008 no terminaría sin que mi amigo y yo viésemos en vivo al God Dylan.
Un mensaje a mitad de viaje (perdido y encontrado), mientras tomas fotografías de todos los caballos cansados, parece entregarte por retrasado una broma de santos inocentes; te mientes a ti mismo y te dices que no lo tomas en serio.
Cuando el chiste juguetón, al que ya le tienes ese cariño enfermizo que sólo puede concedérsele a las quimeras del What if, resulta ser verdad en futura preventa, te sientes inmediatamente lanzado a un túnel, un viaje entre las estaciones de Enfermado y Repuesto que terminaría el 2 de marzo por la noche.
En el camino conoces a dulces (absolutamente dulces) pasajeros. De la esquina hasta el fin del mundo, sabías que tenías que estar ahí, aunque no supieras cómo sería. La interrogante era una moneda al aire, todo dependiente del ánimo de un artista que toca para si mismo y no para quien lo ve (es sólo una sombra lo que ves que él persigue), podría ser la experiencia de tu vida o un triste chasco, de esos que producen rupturas irreconciliables.
Entonces, te decides, vas contra él, le apuntarás a Dylan justo entre los ojos y permitirás que te derrumbe todas las percepciones…
… y lo hace. Creías que abriría con las mujeres lluviosas de siempre, pero en su lugar se calza su sombrero de leopardo. Creíste que jamás sonreiría y puedes contar que lo viste. Creíste que luego de irse no volvería ni una vez al escenario y lo hizo dos veces. Creíste que por algún milagro el tiempo de su fugaz concierto te avanzaba lento, pero no era cierto, tocó poco más de dos horas. Te morías por gritar "How does it feel?" y justo cuando lo dabas por perdido, el golpe de batería que tira a patadas las puertas del cielo.
Al final, el coronel se para sobre el centro de la estrella solitaria con su banda de forajidos. Parco y serio, apunta a los asaltados con sus dedos de escuadra, como si fueran armas, como si fuera Elvis. Esgrime hacia el centro, inmutable, como tumba, luego apunta a su derecha, donde estamos ambos.
Una reacción natural, ambos también le apuntamos, damos un paso más allá, jalamos gatillos imaginarios y lo acribillamos. Dylan regresa a los 6 años de edad, sonríe y nos regresa los disparos...
El Borre y yo ya tenemos algo que contarle a los nietos:
"Yo le disparé a Bob Dylan"
NOTA: No, practicamente ninguna de las canciones linkeadas las tocó en el concierto, pero las que interpretó fueron geniales... de hecho fue el concierto más largo y parece que el mejor del país... que suerte! Aquí está el set list:
1. Leopard-Skin Pill-Box Hat (Bob en la guitarra eléctrica)
2. Lay, Lady, Lay (Bob en la guitarra eléctrica)
3. I'll Be Your Baby Tonight (Bob en la guitarra eléctrica)
4. Ballad Of A Thin Man (Bob en teclado y armónica)
5. Rollin' And Tumblin' (Bob en teclado y armónica)
6. Spirit On The Water (Bob en teclado y armónica)
7. A Hard Rain's A-Gonna Fall (Bob en teclado)
8. Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again
(Bob en teclado)
9. Workingman's Blues #2 (Bob en teclado)
10. Things Have Changed (Bob en teclado)
11. When The Deal Goes Down (Bob en teclado)
12. Highway 61 Revisited (Bob en teclado)
13. Nettie Moore (Bob en teclado)
14. Summer Days (Bob en teclado)
15. Like A Rolling Stone (Bob en teclado)
(1er encore)
16. Thunder On The Mountain (Bob en teclado)
17. All Along The Watchtower (Bob en teclado)
(2do encore)
18. Blowin' In The Wind (Bob en teclado y armónica)
Sí, son de esas cosas que jamás se van a olvidar...
6 comentarios:
noooooooouuuuuu!!!! ¡¿¿¿¡¡¡es real!!!???
wooow!, te quedo increible!! yyy ya no diré nada porque muero de envidia
aaaaaahhhh!!! y mil veces más aaaaaaaaaaaahhhh!!!! y en mayúsculas también AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!!!
[mmm, 'ora más aún quero ir a Zacarracatelas!]
Qué post tan intertextual (¿intratextual?). Y tan devoto.
¿Listo para el que sigue?
de hecho comienzo a considerar seriamente no ir, digo, no vaya a ser malo y disminuir el gran sabor de boca
Memorable, único e irrepetible...
ese fue el concierto, y este post está a la altura del mismo.
Simplemente un post genial paco,aunque se que la imagenes en la memoria son indelebles realmente me hubiera gustado menos seguridad para conservar en papel las mismas, ni dudes en ir a Zacatecas te arrepentiras el resto de tus dias
atte Borrre
Hola, Paco,
Me gustan tus crónicas, pero el estilo de narrador en segunda se está volviendo un poquito artificioso. ¿Por qué no intentas un estilo diferente a ver qué tal queda?
(Narrar en segunda persona es sumamente complicado. Puedes inducir al lector tan maravillosamente y lograr que se sienta protagonista de tu historia. O también puede suceder que impregnes tu narración con un aura de incredulidad. En este caso a mí me pasó lo segundo. Pero quién sabe, tal vez sea porque no viví la experiencia como tú y otros. De todas formas, con tu talento para escribir este tipo de cosas, me gustaría mucho que experimentaras con otro estilo, uno tal vez en primera persona, ¡hasta en tercera! El chiste es que no se sienta tan pesado y recargado)
Gracias,
Un saludo.
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