viernes, enero 22, 2010

Well, the pleasure, the privilege is mine


(there is a light and it never goes out...)

4 comentarios:

Jo dijo...

pienso en el Mucho. Muchísimo. De esas veces que la ansiedad te camina a pasitos de tacón por la columna, fastidiosa y obsesiva.

Esto es: dijo...

No me gustan las tarjetas de felicitaciones compradas, ni dedicar canciones o poemas...

yorkperry dijo...

Nadie en el mundo debería tener el derecho a dedicar canciones.

El hombre es poquita cosa como para pensar que se puede dar el lujo de creer que pueden tomar a voluntad una melodía y endosarla a alguien.


No, no, las canciones lo eligen a uno.

Y te acompañan enlazadas a nombres, de personas, historias, lugares o circunstancias.

Pero en el fondo jamás depende de la pobre víctima que es atrapada por una rola.

Sólo así y eso.

Ani dijo...

Saludos yorkperry. Busca busca y busca en las peliculas de botadero en Soriana, quizas tengas suerte. Esa Summer se cree mucho jaja. Te deseo una semana meditativa.

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