Seré directo y breve. Thor is a mothafuckin' triumph.
Sí, un triunfo. Logró ese truco tan complicado y acrobático que Ang Lee intentó hace algunos años con Hulk, y donde sobra decirlo, el taiwanés falló estrepitosamente, no sólo eso: Ang Lee hizo el ridículo, por pretencioso pero insuficiente tras la cámara, sin embargo lo que realmente inquietaba era su visión:
Lograr una historia de superhéroes que revalidara su existencia como nuestra auténtica mitología contemporanea. con una historia que siguiera esas bases que formaron leyendas. El honor, la traición, la deidad omnipresente, la tragedia griega, el camino del héroe, el sacrificio por amor, el destino.
Sí, un triunfo. Logró ese truco tan complicado y acrobático que Ang Lee intentó hace algunos años con Hulk, y donde sobra decirlo, el taiwanés falló estrepitosamente, no sólo eso: Ang Lee hizo el ridículo, por pretencioso pero insuficiente tras la cámara, sin embargo lo que realmente inquietaba era su visión:
Lograr una historia de superhéroes que revalidara su existencia como nuestra auténtica mitología contemporanea. con una historia que siguiera esas bases que formaron leyendas. El honor, la traición, la deidad omnipresente, la tragedia griega, el camino del héroe, el sacrificio por amor, el destino.
Y Kenneth Branagh lo logró, un director de la vieja escuela británica, con una larga historia de adaptaciones cinematográficas de la obra de Shakespeare lo consiguió con tres movimientos simples (sin spoilers):
Tomó la historia del cómic original de Thor, plagada de mitología nórdica y la mezcló con las puestas en escena de Enrique V y El Rey Lear, del propio Shakespeare.
Respetó las partes sensatas del replanteamiento de Ultimate Thor, desechando las que apestaban.
Y dirigió todo con su estilo. Pulcro, teatral, gallardo y sólido.
Tuvo el gran acierto de no buscar reinventarse, aun cuando sonaba como un disparate que alguien con ese curriculum dirigiera algo tan fuera de su elemento.
Y como punto extra, puso a Natalie Portman a recitar líneas sobre física cuántica y universos alternos, para nuestros orgasmos nerds, la amamos.
Aun así no hay que emocionarse. Thor es una película complicada.
*SPOILERS, más o menos*
Tiene el logro de ser el primer filme que nos convenció de ver 90 minutos de diálogos dramáticos sakesperianos en glorioso 3D con sonido digital, pero dudo que eso fuera lo que busca la gran audiencia. Al contrario. Durante las casi dos horas de cinta sólo hay tres secuencias de acción, dos de ellas al final. Osea que sólo hay 30 minutos (o menos) de escenas vertiginosas que patean traseros.
*FIN DE SPOILERS*
La gente la va a odiar por eso.
Y más de alguno sentirá que por momentos la trama se torna demasiado lenta.
Pero yo la disfruté mucho, es sólo que tiene algunas aristas para disfrutarse que son geniales, pero no son tan comunes (ni tan elaboradas) en este "género".
Creo que le pone una madriza al Hulk de Ang Lee, a Superman Returns, a Fantastic Four, a Wolverine... Pero se queda debajo de Spider-Man 2, The Dark Knight, X-Men 2, y hasta el Hulk de Edward Norton.
¿Vale la pena? Definitivamente. ¿Los niños se darán cuenta de la bomba de guiños y la belleza del intertexto? Chin... al menos comprarán los juguetes.
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