Qué año tan triste para la música. Con el sonido infeccioso de propuestas como The Weeknd, Miguel o Chvrches. Con el Hip-Hop reciclado y edulcorado de Kendrick Lamar, el Rhythm and Blues inexplicablemente disfrazado de Reguetón, los dinosaurios británicos que siguen corriendo en círculos, la tercera muerte de Coldplay y los funerales definitivos de Grooveshark, el único servicio que sí servía para descubrir nuevos sonidos.
Si 2013 fue el año en el que se nos murió el cine un poquito 2015 fue aún peor para la música. De todo lo que escuché no me ajustó para hacer una selección de 10 favoritos.
Quedan en cambio estas seis joyas breves, que no pasarán a la historia, pero hicieron un oasis en este horrible desierto sonoro:
Rituales del fin
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Los atardeceres son la prueba de que existen los finales felices.
Lo que tenía que suceder, pasó
Estar consciente que solo somos una vez en la vida.
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Hace 1 día.
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