La cosa iba más o menos así, tendríamos que ir a Cuquío para realizar la última feria educativa. La de Ahualulco (el ¿%&/”· odioso Ahualulco) fue todo un fracaso, así que teníamos la espinita clavada en el orgullo.
Y en esta ocasión íbamos a realizar el mejor evento que haya sido llevado a ese pueblo. Mi primer impulso como buen comunicólogo fue lanzarme a proyectar una campaña de bombardeo para que no hubiera un solo parroquiano que no estuviera enterado de la Feria. Aunque tuviera que contratar espacios en la Radio.
Joven Educándose
Sin embargo me cortaron las alas muy rápido, y es que da la casualidad de que Cuquío es victima de una curiosidad geográfica muy cómica. Resulta que el pueblito está rodeado por cerros, provocando con ello un vacío radial, de modo que el sitio no recibe la señal de una maldita estación de radio, solamente dos canales de TV, que llegan directamente del Distrito Federal por obra y gracia de una repetidora. Así que adiós al plan de medios.
Pues como es costumbre llegamos un día antes, para lo habitual, montar toldos, cargar tablas, colgar mantas… Todas esas cosillas técnicas por las que fuiste a la universidad casi 4 años.
Luego nos reencontramos con la maldición de Ahualulco al comentarnos que prácticamente no había lugar abierto por la noche donde conseguir una factura. Hicimos de tripas corazón y pedimos pizzas para aliviar la pena, no sin antes hospedarnos en el hotel del pueblo, que válgame, estaba súper grande, súper lindo y súper barato. Todo pintaba para ser un buen evento.
Este era el hotel, ahí nomás...
Tuve la noticia de que sería maestro de ceremonias y contaríamos con edecanes para atender el stand de donde trabajo. Al ultimar detalles en la plaza principal vi un enorme letrero que decía que Cuquío era parte de los Altos de Jalisco, me sentí afortunado de estar en esa mítica zona del estado, famosa por sus mujeres bellas, comencé a observar con mayor detenimiento la población femenina del lugar y comprobé lo que decían sobre Los Altos. Ah que distraído.
La Risueña Claudia
El evento fue genial, las edecanes se convirtieron en nuestras amigas, y los del grupo de la Tercera Esquina, que normalmente no suelen causar mucha respuesta del público, arrasaron y volvieron loca a la multitud, que vaya, me da la impresión que no reciben visitas de ese tipo muy seguido.
Un mar de chicos asistieron, todos terminaron contentos y nosotros más…
Jajajajaja Trágate eso Ahualulco! El que pega primero pega dos veces!
ESE DÍA APRENDÍ QUE: Calladito me veo más bonito si se trata de responder preguntas incomodas.
Saludos a Mimi y Claudia!
Le aplaudieron más a este señor que a los de La Tercera Esquina, pero aun así el numero de aplausos para ellos sobrepasó el promedio.
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