8 / dic / 05
Ha pasado tanto tiempo.
Hoy se cumplen 25 años de que te marchaste, sin siquiera tener la cortesía de despedirte educadamente y por lo menos decir adiós. Pero en nuestra familia queda intacto tu recuerdo. Son episodios importantes, ¿Qué más quieres? No es fácil borrarte de esos momentos.
Mi padre cargándome en brazos, intentando arrullarme, mientras tú le explicabas a tu hijo que la vida es todo lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes.
Mi madre absorbida por la rutina del sábado, mientras tú le recordabas que no había ningún lugar en el que pudiera encontrarse que no fuera donde debiera de estar.
Aquellas noches que pasamos juntos viendo diamantes en el cielo… Compartir esa sensación de "empezar de nuevo".
Ya son muchos años de tu partida, y sin embargo tu esencia sigue aquí.
No tengo idea de dónde estés ahora. Tal vez en algún sitio sin cielo ni infierno, en tu noveno sueño mirando las ruedas girar o caminando por campos de fresas, bajo la ligera lluvia de un día soleado. Pero sea donde sea que te encuentres… Que Dios te bendiga.
Ya son muchos años de tu partida, y sin embargo tu esencia sigue aquí.
No tengo idea de dónde estés ahora. Tal vez en algún sitio sin cielo ni infierno, en tu noveno sueño mirando las ruedas girar o caminando por campos de fresas, bajo la ligera lluvia de un día soleado. Pero sea donde sea que te encuentres… Que Dios te bendiga.
Strawberry Fields Forever, dear John…
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