...que me apuesto lo que no voy a cumplir.

El tiempo que va, el desayuno en la mesa.

27 años de despiste y todos los renglones por los que hemos rebotado. Los nombres de todos a los que he amado. Hermanos, dudes, amigos, cómplices, polizontes, madres, lecciones, vidas, entelequias. Mujeres imposibles, irrepetibles y nuestras canciones rotas (todos los sueños del mundo). Todos aquí, en el ahora, en el "ya pasó", en lo que estoy por contar. Las convenciones del suspenso. El corazón en tu hogar.

Siempre había sido un despistado para estas fechas, pero ya he perdido un poquito eso. No sé por dónde empezar. Así que te lo diré:

Querido York, creo que entre 2005 y 2008 gastaste tres años de tu vida entre causas y azares. Un año intentando recobrar la cordura de una historia rota, y otro par encargándote de una familia que tal vez no te correspondía.

Ahora intentamos vivir el tiempo aprendido.

Y todo de algún modo comienza a volar. Una casa a la vuelta, una maestría en agosto y la certeza de no necesitar vivir el glamour de otras tierras para encontrar tu rumbo. Saberse turista, del mapa y la vida. Amar nuestro privilegio de estar vivos para escribir el futuro.
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"Todo lo que eres, todo lo que has hecho.
Todo lo que has construido, todo lo que has roto.
Todo lo que has medido, todo lo que has sentido.
Todo esto lo puedes dejar atrás.

Todo lo que has razonado.
Todo lo que has sentido, todo lo que has dicho.
Todo lo que has visto, todo lo has montado.
Todo lo que has creado..."

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