Las vacaciones se acercan, nos separan algo así como 20 horas de la hora prometida para ser libres por un par de semanas. No he hecho planes, hay un montón de cartas sobre la mesa y no me he inclinado por ninguna. Mantengo las ventanas abiertas por si acaso me da por brincar de alguna de ellas.
Estas vacaciones tratan de replantear.
Mañana será la posada de la oficina, donde habrá un intercambio de regalos de oficina. Como la tradición marca te darán algo que no corresponde con tus gustos, pero servirá como parametro indiscutible para darte una idea de la percepción que tus compañeros tienen de ti. Mi apuesta para este año es que me obsequien un libro (algún autor basura a la altura de Paulo Coelho) o una Corbata (infantil o de colores pastel).
Estas vacaciones tratan de hacer las cosas bien.
Por momentos podría darte la impresión de que todo sigue igual que hace un año, pero no es así, claro que no. Has conocido personas irrepetibles. Has caido de distancias inenarrables. Has bailado con los demonios sólo para matar el tiempo. Ahora me encuentro que no encuentro qué poner aquí. Hay muchas comezones por venir. Solo por compartirte una: Y si los convenios son mis complices en el 2008?
Estas vacaciones tratan de mezcla perfecta y chispa adecuada...
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