viernes, enero 13, 2012

El Regalo de Judas

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Entre 1965 y 1966 el venerable cantante de folk Bob Dylan sacó una gran trilogía de álbumes, Bringing It All Back Home, Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde, y comenzó una gira mundial que cambiaría la música popular. En un concierto ahora famoso en el Manchester Free Trade Hall, Dylan estaba tocando su nueva música eléctrica y electrizante cuando unfolkie descontento en el público le gritó “Judas”. Dylan respondió dándole instrucciones a su banda para que tocara “fucking loud” lo que sería una interpretación extraordinaria de “Like a Rolling Stone”, una canción sobre alguien desilusionado por la persona en la que se había convertido, una canción sobre alguien que había cambiado. El público había estado esperando que Dylan fuera una cosa cuando resultó ser otra, y se sintió traicionado. Por hacer algo nuevo e inesperado, Dylan se convirtió en Judas.

Aquí el traidor es alguien que quería cambiar algo; visto desde el presente podemos ver que lo que sonaba como una traición era la innovación. Algo se traicionó para hacer algo más posible. Este Judas estaba ofreciendo un nuevo sonido, una nueva visión. El haber sido llamado Judas incitó a Dylan, lo liberó para ser la persona en que se había convertido. Tocó la música “ruidosa” incluso de modo más ruidoso. Dylan adoptó el nuevo rol y esto lo liberó, al menos por el momento. Dylan, como Judas, estaba ahora, como dice la canción, “sin dirección a casa”. Se pueden hacer muchas cosas con la traición, pero no se le puede deshacer. Se siente como algo irredimible. Traicionar es crear una situación de la cual no se puede dar marcha atrás.



Fragmento de El Regalo de Judas, escrito por Adam Philips

y publicado el 5 de enero de 2012 en el London Review Books.

Traducido además por Ernesto Priego en Replicante, zas!

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