Ayer contrario a mi gusto por aprender cosas nuevas, descubrí algo en parte desdichado, en parte gustoso, porque viendo el lado optimista, al menos así estaré orillado a leer más cuando vaya en el camión, pero total que limpiando el cuarto me he dado cuenta de que un perro puede perfectamente comerse unos audifonos Sony (sin la diadema claro), y seguir como si nada hubiera pasado, el muy desgraciado.
Con la digestión ahora sí que será una salida de audio
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