Olvidamos las ausencias con olor a pino...

Pues que este lunes, aprovechando que era día de descanso, me pongo a limpiar mi habitación, lo admito, en parte por evasión para no sentirme solito, pero en mayor parte porque mi cuarto ya suplicaba a gritos una buena limpiada. Ya que últimamente solo llego a dormir ahí (a veces ni eso) y pues no había tenido tiempo en mucho tiempo de darle una manita de gato.

Caldo de quitamanchas para el alma.

Así que puse el estereo a todo volumen para buscar inspiración, me puse a darle duro y tupido sin parar, hasta que quedó como si acabará de mudarme ahí. Solo hubo un par de interrupciones, ambas patrocinadas por mi hermana. Y es en verdad una situación que me ha puesto a dudar sobre la firmeza de mis especiales y “selectivos” gustos musicales.

Sucede que para inspirarme puse en el estereo a todo volumen Tripping de Robbie Williams, y mi hermana vino corriendo con los ojos bien pelones y me dijo "No puedo creer que estés escuchando eso!"… y es que rayos, en realidad la primera vez que la escuché en la oficina odié la rola, pero actualmente pienso que es una canción cojonuda (luego de 376 repeticiones).

Tripping rifa, aunque la porra me salude.

La segunda nota desconcertante vino cuando se me ocurrió poner Día de Enero de Shakira… Ni cinco segundos pasaron, cuando mi hermana asomó la cabeza de su habitación, vino caminando con paso firme a mi cuarto se me paró enfrente me agarró de los brazos y me empezó a zangolotear preguntando a gritos "Quien eres tú!? QUÉ LE HICISTE A MI HERMANITO?????"

Y reflexiono y creo que sí es cierto, yo normalmente no pondría esas rolas. ¿Qué me está pasando?, creo que comienzo a ver la vida más rosa y melosa. Es lindo… Todo está iluminado.

ESE DÍA APRENDÍ QUE: las canciones de Lucerito ya son material permitido en mi mundo, todo por la culpa de los campos de trigo... Creo que en este momento de mi vida soy feliz. Y eso... está muy bien.