Me impresiona, me abruma, la cantidad de historias que hay a mi alrededor.
A mi lado los amantes que viven en ciclos de encuentros y desencuentros, fuego de cenizas tras cada soledad. En la mesa de atrás la pareja de ancianos que llevan años reprochando. Los amigos que se extrañan y no se entienden. La mujer alérgica a la primavera que regresa con un anillo de compromiso de una relación a distancias.
La pequeña Wendy que no quiere estar sola y muere por echar raíces, pero no en las tierras de grandes idiotas. La dama que no puede esperar ni un minuto más pero no sabe para qué. El niño en el traje de acróbata chino que se encuentra entre dos cuerdas: una inverosímilmente prometedora y otra amarga que ni siquiera aun se define en desencuentro. Un equilibrista sin red contra el suelo. Mi amigo atropellado por el voyeur. La tierra en las narices. El circo de enanos en huelga, el tono ocupado del teléfono, la buena y la mala no dan para más, mientras Tom Waits se juega un vals.
El whisky barato y los cómplices causales, el amor después del amor. Las incógnitas, las locas, los pandas. El mutis mutuo del tic tac y el volver a volver a empezar, a volver a empezar, a volver a empezar.
A mi lado los amantes que viven en ciclos de encuentros y desencuentros, fuego de cenizas tras cada soledad. En la mesa de atrás la pareja de ancianos que llevan años reprochando. Los amigos que se extrañan y no se entienden. La mujer alérgica a la primavera que regresa con un anillo de compromiso de una relación a distancias.
La pequeña Wendy que no quiere estar sola y muere por echar raíces, pero no en las tierras de grandes idiotas. La dama que no puede esperar ni un minuto más pero no sabe para qué. El niño en el traje de acróbata chino que se encuentra entre dos cuerdas: una inverosímilmente prometedora y otra amarga que ni siquiera aun se define en desencuentro. Un equilibrista sin red contra el suelo. Mi amigo atropellado por el voyeur. La tierra en las narices. El circo de enanos en huelga, el tono ocupado del teléfono, la buena y la mala no dan para más, mientras Tom Waits se juega un vals.
El whisky barato y los cómplices causales, el amor después del amor. Las incógnitas, las locas, los pandas. El mutis mutuo del tic tac y el volver a volver a empezar, a volver a empezar, a volver a empezar.
El miedo, la amistad, el compromiso, el "Why not?", el final.
La velocidad de las cosas, la guerra contigo, la firma sin paz.
Oh well, whatever. Nevermind.
1 comentario:
De tus divagaciones, de todo el contenido que hay en este blog, éste es el post que más me gusta.
Eres un experto en crear sentidos enumerativos.
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