Queridos sobrinos:
Vengo enterándome a últimas horas de un agravio muy, muy, grave. Un serio atentado contra la intimidad y confianza depositada mutuamente, que involucra a muchas personas y factores. Sucesos realmente lamentables que me llevan a escribirles estas líneas, con absoluta pena y honestidad. Ya que soy, a final de cuentas, en parte responsable de ello.
Si han seguido este chiste del blog, habrán notado que, como diario de vida, personal y siempre abierto, he compartido con ustedes los mayores pormenores de mi vida, virtualmente en todos los aspectos que conforman mis días: Amigos, amores, desamores, pasiones, gracias, desgracias y trabajo. ¿Por qué? Sencillo, ya por ahí lo he dicho. El pasado es lo que nos define. Y la única forma de saber con certeza hacía dónde vamos es conociendo dónde hemos estado.
Lamentablemente he visto que la última entrada publicada en este diario ha provocado reacciones no previstas pero totalmente comprensibles, llegando a crecer a niveles jamás intencionados.
Para serles honesto, como siempre he sido, no sé si se deba a una mala interpretación , un triste malentendido o alguna otra situación. Pero encuentro necesario, honorable, educado y respetuoso quitar la entrada anterior así como ofrecerles mi más sincera disculpa.
Bajo el seudónimo de yorkperry han vivido conmigo a lo largo de ya casi 6 años mi vida. Desde el principio elegí adoptar esta identidad para cuidar la intimidad propia y en especial la de los involucrados en todo lo aquí vertido.
La publicación de la entrada anterior fue, lo admito y asumo totalmente, un fuerte descuido irresponsable de mi parte. Ya que si bien no tuve ninguna intención negativa, dolosa-burlesca o agresiva. No procedía compartirles algo así, aun cuando fuera en un tono casual.
En ningún punto busqué agredir, insultar, exponer o menospreciar a nadie. Pero fue una exposición imprudente de mi, de mi trabajo, de mi persona y en especial de los circunstanciales involucrados. Tienen mi compromiso firme de que no volverá a suceder y de que la consecuencias resultantes serán asumidas por su servidor tal como se debe.
Ofrezco mis más sinceras disculpas.
Suyo, como estas letras.
Yorkperry
Vengo enterándome a últimas horas de un agravio muy, muy, grave. Un serio atentado contra la intimidad y confianza depositada mutuamente, que involucra a muchas personas y factores. Sucesos realmente lamentables que me llevan a escribirles estas líneas, con absoluta pena y honestidad. Ya que soy, a final de cuentas, en parte responsable de ello.
Si han seguido este chiste del blog, habrán notado que, como diario de vida, personal y siempre abierto, he compartido con ustedes los mayores pormenores de mi vida, virtualmente en todos los aspectos que conforman mis días: Amigos, amores, desamores, pasiones, gracias, desgracias y trabajo. ¿Por qué? Sencillo, ya por ahí lo he dicho. El pasado es lo que nos define. Y la única forma de saber con certeza hacía dónde vamos es conociendo dónde hemos estado.
Lamentablemente he visto que la última entrada publicada en este diario ha provocado reacciones no previstas pero totalmente comprensibles, llegando a crecer a niveles jamás intencionados.
Para serles honesto, como siempre he sido, no sé si se deba a una mala interpretación , un triste malentendido o alguna otra situación. Pero encuentro necesario, honorable, educado y respetuoso quitar la entrada anterior así como ofrecerles mi más sincera disculpa.
Bajo el seudónimo de yorkperry han vivido conmigo a lo largo de ya casi 6 años mi vida. Desde el principio elegí adoptar esta identidad para cuidar la intimidad propia y en especial la de los involucrados en todo lo aquí vertido.
La publicación de la entrada anterior fue, lo admito y asumo totalmente, un fuerte descuido irresponsable de mi parte. Ya que si bien no tuve ninguna intención negativa, dolosa-burlesca o agresiva. No procedía compartirles algo así, aun cuando fuera en un tono casual.
En ningún punto busqué agredir, insultar, exponer o menospreciar a nadie. Pero fue una exposición imprudente de mi, de mi trabajo, de mi persona y en especial de los circunstanciales involucrados. Tienen mi compromiso firme de que no volverá a suceder y de que la consecuencias resultantes serán asumidas por su servidor tal como se debe.
Ofrezco mis más sinceras disculpas.
Suyo, como estas letras.
Yorkperry