Querido Tio York: Dream Hunters

Querido Tio York:
¿Cómo demonios en el cielo pudo conseguirse el bendito Dream Hunters en este mugre ranchito telenovelero que es Guadalajara?

-Dantte, miembro de su oscura parte y persona.

Querido Dantte:

Facilísimo sobrino! Si bien Guadalajara es insoportablemente ñoña en muchos aspectos, por ahí escondido entre cada templo, centro comercial y cafetería wannabe, hay uno que otro agujero geek, donde aquellos felices desterrados del status quo pueden encontrarse con sus iguales y alimentar sus demonios.

Uno de estos sitios es el ya legendario ComiCastle. Donde se dan cita los más refinados snobs de la ciudad. Ya sea como clientes o del otro lado del mostrador...
Y bien, a veces sucede mi estimado que se te ocurre el regalo perfecto para alguien harto especial. Y uno está dispuesto a conseguirlo, aunque eso implique quedar arriesgar la integridad moral.

El Dream Hunters, como bien es sabido entre los iniciados, no es una novela gráfica fácil de conseguir y tiene un buen número de seguidores. Motivo más que suficiente para ni siquiera tenerlo en exhibición en la tienda, y sólo sacarlo de la bodega si alguien pregunta especificamente por él.

Por eso amiguitos es un error de grandes ligas llegar preguntando por el Dream Hunters cuando no distingues entre Neil Gaiman y Yoshitaka Amano. Ya que el único resultado que puedes esperar es que el snob empleado de la tienda haga gala de su poder, saque el comic de la bodega, pero no quiera vendertelo.

Quesque porque ni siquiera sabes que Neil Gaiman no dibuja...

En fin querido sobrino, esa situación fue una circunstacia perfecta para comprobar aquel viejo adagio: Con dinero baila el perro...

Dream Hunters salió de la tienda, con destino a tener un nuevo dueño. Y como dijo la nana Goya. Lo demás... es otra historia...

Sigan mandando sus preguntas amiguitos! (Todas poco a poco serán contestadas. El Tio York ha vuelto a la ciudad!)