viernes, enero 16, 2009

El instante...


Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua;
habla con los pájaros
y llévate al alba.
y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta...


-Tú me quieres Blanca de Alfonsina Storni

4 comentarios:

Juan Manuel Torreblanca dijo...

maravillosa.

Celestina Tercioipelo dijo...

Yo también conservo el esqueleto intacto (no sé todavía por cuáles milagros).

Me acordé de aquel celebérrimo cuento intitulado "Función de teatro".

;)

Neto Citadino dijo...

A bárbaro, bueno, muy bueno.

Sue dijo...

Y que conste que después de todo ella sólo dice "preténdeme"

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