Fue un fin de pensar en dobles y dobleces. De beber tinto en la ventana para esperar el amanecer. De aprender que escuchar a Tom Waits con una botella de vino y la primera luz del sol es casi religioso. De lograr una extraña reflexión en un pedacito de papel*. De perdonar y compartir. De llamar y ser llamado. Encontrar lo que nunca estuvo extraviado...
(y que sea lo que sea...)
(y que sea lo que sea...)
Además, ya tengo con quien decir "Miermano".
*: Severo Ochoa afirmaba que el amor no es más que física y química. Su intención de convertir una locura en un refugio a las irracionalidades yo la completaría agregando un tercer factor a la ecuación: La alquimia de la aritmética.
4 comentarios:
La aritmética parece ser en suma la parte más compleja... yo he hecho algunos malos cálculos ¿será que debo seguir practicando?
no sé... a veces sin saberlo ya llegaste ahí y contra toda lógica funcionó
un experto en suministrar salvaciones
sshhh, saben? el amor en realidad es "fuerza de gravedad" pero yo no se lo fije
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