Colgaron un letrero en las afueras de la ciudad, "Si vives a tope jamás descenderás". Así que abandonó Monte Río, justo como la bala sale de la pistola. Con ojos de carbón y las caderas de la Monroe, se fue y tomó el camino a California; la luna era dorada, su cabello como el viento. Ella dijo "No mires atrás, sólo ven conmigo Jim". Oh, tienes que aguantar, y aguantar, tienes que aguantar. Toma mi mano, estoy a tu lado. Tienes que aguantar...
Bueno, él le dio a ella un reloj barato y un anillo hecho con una cuchara. "Todos buscan alguien a quien culpar, pero tú compartes mi nombre y compartes mi cama, así que anda y llama a la ley, uno no conoce a chicas buenas en los cafés". Ella dijo "Bebé, yo te amo aun, algunas veces no hay nada más que se pueda hacer... Tienes que aguantar y aguantar, tienes que aguantar. Toma mi mano, estoy a tu lado. Tienes que aguantar. Solamente aguanta..."
Dios bendiga tu torcido corazón. San Luis tiene lo mejor de tí. Echo de menos tu quebrada voz oriental. Cómo desearía que todavía estuvieras aquí. Bueno, lo construiste y lo derrumbaste todo, quemaste tu mansión hasta el suelo. Entonces no queda nada que te ate a este lugar, entonces te derrumbas en este gran mundo triste, y tienes que aguantar, aguantar, tienes que aguantar. Toma mi mano, estoy aquí a tu lado. Tienes que aguantar...
Más allá, en el motel al lado del río son más de las diez y oscurece. En una tienda de todo a 99 centavos ella cerró sus ojos y empezó a mecerse. Pero es tan difícil bailar así, cuando no hay música y hace frío. Bueno, el lugar donde naciste está muy lejos, pero dentro de tu cabeza suena una canción que se llama… Aguanta, aguanta, en verdad debes aguantar, toma mi mano, yo estoy aquí a tu lado y sólo resiste...
Bueno, él le dio a ella un reloj barato y un anillo hecho con una cuchara. "Todos buscan alguien a quien culpar, pero tú compartes mi nombre y compartes mi cama, así que anda y llama a la ley, uno no conoce a chicas buenas en los cafés". Ella dijo "Bebé, yo te amo aun, algunas veces no hay nada más que se pueda hacer... Tienes que aguantar y aguantar, tienes que aguantar. Toma mi mano, estoy a tu lado. Tienes que aguantar. Solamente aguanta..."
Dios bendiga tu torcido corazón. San Luis tiene lo mejor de tí. Echo de menos tu quebrada voz oriental. Cómo desearía que todavía estuvieras aquí. Bueno, lo construiste y lo derrumbaste todo, quemaste tu mansión hasta el suelo. Entonces no queda nada que te ate a este lugar, entonces te derrumbas en este gran mundo triste, y tienes que aguantar, aguantar, tienes que aguantar. Toma mi mano, estoy aquí a tu lado. Tienes que aguantar...
Más allá, en el motel al lado del río son más de las diez y oscurece. En una tienda de todo a 99 centavos ella cerró sus ojos y empezó a mecerse. Pero es tan difícil bailar así, cuando no hay música y hace frío. Bueno, el lugar donde naciste está muy lejos, pero dentro de tu cabeza suena una canción que se llama… Aguanta, aguanta, en verdad debes aguantar, toma mi mano, yo estoy aquí a tu lado y sólo resiste...
2 comentarios:
Qué bonita canción. La disposición de la música me revive el sentimiento de un pasado cercano, uno que tiene que ver con este mismo espacio. Casi se respira. Y es táctil.
la materia de los sueños =-)
Publicar un comentario