Lo que se ve en la imagen es lo que queda de la habitación 211 del Hotel Chelsea.
Un lugar que se había mantenido intacto desde 1965, año en el que a Bob Dylan se le ocurrió recluirse ahí para escribir la letra de la mayoría de las canciones que conformarían el primer álbum doble de la historia, el Blonde on Blonde.
El hotel en si es un lugar legendario por las historias que surgieron ahí en los 60's... Por ejemplo, más o menos al mismo tiempo, en la habitación de al lado, Arthur C. Clarke terminó el último borrador de lo que sería 2001 a Space Odyssey. Leonard Cohen tuvo un famoso episodio de sexo oral con Janis Joplin mientras en la calle un auto la esperaba para llevarla a dar un concierto en el Filmore (para mayor referencia escuchar la canción Chelsea Hotel del propio Cohen).
En ese cuarto, el 211, Dylan escribió una de las canciones de amor más bellas (y relativamente desconocidas) de la historia: Sad-eyed Lady of the Lowlands.
Cuenta la leyenda que al llegar al estudio Dylan simplemente comenzó a tocar y los músicos tuvieron que improvisar sobre la marcha para acompañarlo, la canción siguió y siguió, cuando el baterista estaba por detenerse Dylan le indicaba que siguiera marcando el ritmo, y así continuó por 11 minutos con 23 segundos...
Lo que escuchamos en el disco es la primera y única toma de esa canción. Jamás la volvió a tocar.
A principios del año la administración del hotel cambió, y decidieron remodelar (demoler) la habitación, luego de 44 años de ser religiosamente visitada por devotos Dylanianos. Lo que sea por TV de alta definición, conexión Wi-Fi y ducha de hidromasaje....
Y se pierde eso, pero el monumento de canción. Al menos siempre se quedará con nosotros...
(la letra aquí).
Un lugar que se había mantenido intacto desde 1965, año en el que a Bob Dylan se le ocurrió recluirse ahí para escribir la letra de la mayoría de las canciones que conformarían el primer álbum doble de la historia, el Blonde on Blonde.
El hotel en si es un lugar legendario por las historias que surgieron ahí en los 60's... Por ejemplo, más o menos al mismo tiempo, en la habitación de al lado, Arthur C. Clarke terminó el último borrador de lo que sería 2001 a Space Odyssey. Leonard Cohen tuvo un famoso episodio de sexo oral con Janis Joplin mientras en la calle un auto la esperaba para llevarla a dar un concierto en el Filmore (para mayor referencia escuchar la canción Chelsea Hotel del propio Cohen).
En ese cuarto, el 211, Dylan escribió una de las canciones de amor más bellas (y relativamente desconocidas) de la historia: Sad-eyed Lady of the Lowlands.
Cuenta la leyenda que al llegar al estudio Dylan simplemente comenzó a tocar y los músicos tuvieron que improvisar sobre la marcha para acompañarlo, la canción siguió y siguió, cuando el baterista estaba por detenerse Dylan le indicaba que siguiera marcando el ritmo, y así continuó por 11 minutos con 23 segundos...
Lo que escuchamos en el disco es la primera y única toma de esa canción. Jamás la volvió a tocar.
A principios del año la administración del hotel cambió, y decidieron remodelar (demoler) la habitación, luego de 44 años de ser religiosamente visitada por devotos Dylanianos. Lo que sea por TV de alta definición, conexión Wi-Fi y ducha de hidromasaje....
Y se pierde eso, pero el monumento de canción. Al menos siempre se quedará con nosotros...
(la letra aquí).
2 comentarios:
Ya lo decía Sabina ... entre juglares la insolencia caprichosa de dylan es sin duda algo que quedará para la posteridad además de otras buenas cosas, incluida su música
saludos York!
Jolie: también por momentos tienes pinceladas de insolencia caprichosa =-P, me ha tocado leerlos.
saludos! =-)
Publicar un comentario