Era el mejor y el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y la de la tontería; la época de la fe y la época de la incredubilidad; la estación de la luz y la de las tinieblas; era la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación.
Todo se nos ofrecía como nuestro y no teniamos absolutamente nada; íbamos derecho al cielo, todos nos precipitabamos en el infierno. En una palabra, a tal punto era una época parecida a la actual que algunas de sus autoridades más ruidosas insistían en que, para bien o para mal, se le tratara sólo en grado SUPERLATIVO.
Adoro esta novela... me fascina cómo a pesar de haber sido escrita en 1859 sigue manteniendose tan actual, la manera en que su introducción sigue teniendo sentido en nuestros días.
¿Será que no hemos evolucionado desde entonces?...
No tengo idea... Tal vez solo estoy entrando en una etapa romantica - nostalgica... "chipi" a secas.
Ah... No saben de qué novela hablo?
2 comentarios:
Mmmmmm no doy!! quizá alguna de George Orwell??
Es de San Charles Dickens =-)
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