ELIZABETHTOWN: Casí Infame... pero entrañable.

"¿Cómo es posible despedirte de alguien si ni siquiera le has dicho hola?"
- Drew Baylor, al enterarse de la muerte de su padre.

Qué puedo decir sobre "Todo sucede en ElizabethTown"? Sí adoro la filmografía del director Cameron Crowe y aún antes de haber visto su más reciente película publiqué en la gaceta donde colaboró un extenso artículo, donde recibía con brazos abiertos y los mejores animos a este engendro casi insoportable.

En estas vacaciones tuve oportunidad de verla y los sentimientos son francamente encontrados. Adoro Say Anything, veneraré eternamente a Jerry Maguire y considero que Casi Famosos es una película irrepetible. Sin embargo... ElizabethTown me parece, me parecía, caray, prometía muchisimo... apuntaba para ser una de las mejores películas de principios del siglo XXI (Sin exagerar), un himno de verdad para el adulto contemporaneo... y bueno... así son las cosas:

"¿Conoces ese tipo de mirada donde todos te observan como si fuera la última vez? He comenzado a coleccionarlas"
- Drew Baylor, después de cometer un error que le cuesta el empleo y un billón de dolares.

NOTA: A continuación solo describo el planteamiento de la trama, pero quien quiera omitirlo favor de saltarse los parrafos amarillos.

Drew Baylor lo tenía todo y lo perdió en un instante. Era el diseñador de zapatos más prometedor del ramo, se le ocurrió diseñar el tennis del futuro y se adelantó demasiado a su época, el resultado, un FIASCO. Un fracaso comercial en el mundo del calzado que le cuesta a la empresa donde trabaja un billón de dolares. Mientras que a él le cuesta el trabajo, la burla absoluta, la pena ajena de todo el mundo, el abandono de la chica que lo amaba (pero que no se mezcla con perdedores), así como también los deseos de seguir vivo.

Drew decide suicidarse. Saca del armario un aparato de hacer ejercicio que al parecer nunca usa. Lo adapta y le agrega un cuchillo. Basta sentarse en el asiento y oprimir un botón para que el mecanismo comiencé a acuchillar tu pecho. Una llamada interrumpe su ritual suicida. Su padre ha muerto mientras visitaba su tierra natal, ElizabethTown, la familia està devastada y ahora Drew debe ir por el cuerpo. En el vuelo de ida conoce a Claire Colburn, una azafata con un optimismo inquebrantable, a pesar de que siempre habla de cosas deprimentes. Esos son los puntos que le harán replantearse a Drew si vale la pena estar vivo...

"Soy díficil de recordar, pero imposible de olvidar"
- Claire Colburn

Cameron Crowe como director tiene un Don innegable. Es capaz de crear películas calidas, sinceras, con un excelente soundtrack y que encima tienen la cualidad de captar la esencia de las las problemáticas humanas modernas. Es un gran retratista de las relaciones humanas en nuestros dìas, es capaz de plasmar esos pequeños grandes detalles con los que terminas sintiéndote identificado y proyectado en sus filmes, aunque no quieras... Y ElizabethTown tiene eso.

Los primeros 20 minutos rayan en lo perfecto. El ritmo, la edición, los dialogos, las actuaciones, TODO. En ese lapso es una montaña rusa que brinca entre el tiempo y los estados polares de animo. Superando por momentos incluso a Jerry Maguire, pero en cuanto Drew toma el avión hacia ElizabethTown algo sucede y todo se pierde.

El ritmo y el rumbo de la película se van a pique, al presentarnos a los amigos y familia del padre difunto, algunos se sienten por puro relleno, otros no parecen tener sentido, y la trama se alarga, se alarga y se alarga... sin llegar a ningún lado, pero eso sí, con mucha melcocha.

Los problemas de ElizabethTown son: El guión, que pudo ser genial, la idea central es excelente pero el desarrollo y su ritmo se sienten un tanto fallidos. Las actuaciones, simplemente Orlando Bloom no es Tom Cruise, le queda grande un protagónico. La falta de química entre los atores. Así como la imperdonable escena de Susan Sarandon bailando tap (imperdonable!), todo un exceso. Y por último la duración, la película dura más de dos horas... y se sienten como cuatro.

Pero aun así es una película que desquita perfectamente el precio del boleto o la renta en el video club, pero es uno de esos casos en los que pudo ser una película tan pero tan buena que el producto final se antoja pobre sin llegar a ser decepcionante.

Suerte para la próxima Cameron...