Mi padre comienza a desarrollar enfisema.
Basta un simple resfriado o tos para tirarlo en la cama, para perder la voz, para convulsionarse cada vez que tose como si fuera a escupir los pulmones.
Mientras lo veo siento una premonición de lo que será su acto final.
(Entonces pienso en cómo librar los gastos de la casa, porque todos menos yo están enfermos de la garganta y necesitan medicina. Aparte de comer, transportarse y todo eso... Me paro en seco y me digo a mi mismo "Chico, tienes 23 años, no deberías estar pensando en esto").
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