Este fin de semana amenazó con ser uno de los más apestosos de todo el año. Para empezar tenía cita con mi dentista sádico, ¿lo recuerdan?
Resulta que a inicios de la semana (o fue a finales de la semana pasada... ya no recuerdo) se me ocurrió comprar una bolsita de cacahuates garapiñados, para poder sobrevivir a aquello de mis jornadas de 12 horas corridas de trabajo. Estaba yo muy atento revisando unos convenios cuando sin ver saqué unos cacahuates de la bolsita, los metí en mi boca, cerré la quijada y CRANK! mordí una maldita piedra que me rompió la muela.
Pues prácticamente perdí la pieza, y este sábado tuve que ir para que me pusieran un reemplazo. No llevé el auto y me fui en Macrobús, porque como estaría atascado de novocaina, pues sería poco seguro manejar. Lo jodido aquí es que como fui la última cita del dentista, pues ya se le había acabado la anestesia...
Salí de ahí casi llorando, totalmente aturdido, y en eso, oh sí, comenzó a llover...
Supongo que esa ducha no agendada propició en algo que el dolor de la muela fuera aun más molesto.
Dormí por un buen rato. Cuando desperté y me dispuse a retirarme a mi feliz par de fiestas, mi padre tuvo la amabilidad de informarme que el auto tenía un "pequeño detalle"...
Ahora bien...
Alguien quiere explicarme porqué si mi padre me exigió hace tres años que leyera el manual del Pointer antes de que pusiera un pie sobre el auto (que en ese entonces no era mío), cómo fue que él se olvidó del pequeño gran detalle de que bajo ninguna circunstancia bebía meter la llave del carro mojada en la cerradura de la puerta del piloto, porque provocaría que el microswitch de la alarma hiciera corto, se oxidara y dejara inservible el auto, con el sistema de alarma activado permanentemente.
Aparte es monísimo, porque resulta que la alarma del coche si está activada mientras el auto está encendido (y en movimiento) se detona un mecanismo antirrobo que hace que se apague donde quiera que te encuentres....
Total, mi fin de semana estuvo a dos segundos de valer soberanas madres.
Y se salvó gracias al Oso y una botella de Whisky con más de 60 años de añejamiento. Sé que hice muchos corajes anoche, que me perdí la fiesta de Nubia y que el chiste del coche me va a salir en más de 1,200 pesos. Pero dude... esa botella me pegó tan duro que no tengo mucha idea de qué hice anoche, ni cómo desperté hoy.
Eso sí, no olvidé votar.
Nada de anular el voto! No señor!
Es más, en una boleta incluso voté por Roberto Gómez Bolaños....
Resulta que a inicios de la semana (o fue a finales de la semana pasada... ya no recuerdo) se me ocurrió comprar una bolsita de cacahuates garapiñados, para poder sobrevivir a aquello de mis jornadas de 12 horas corridas de trabajo. Estaba yo muy atento revisando unos convenios cuando sin ver saqué unos cacahuates de la bolsita, los metí en mi boca, cerré la quijada y CRANK! mordí una maldita piedra que me rompió la muela.
Pues prácticamente perdí la pieza, y este sábado tuve que ir para que me pusieran un reemplazo. No llevé el auto y me fui en Macrobús, porque como estaría atascado de novocaina, pues sería poco seguro manejar. Lo jodido aquí es que como fui la última cita del dentista, pues ya se le había acabado la anestesia...
Salí de ahí casi llorando, totalmente aturdido, y en eso, oh sí, comenzó a llover...
Supongo que esa ducha no agendada propició en algo que el dolor de la muela fuera aun más molesto.
Dormí por un buen rato. Cuando desperté y me dispuse a retirarme a mi feliz par de fiestas, mi padre tuvo la amabilidad de informarme que el auto tenía un "pequeño detalle"...
Ahora bien...
Alguien quiere explicarme porqué si mi padre me exigió hace tres años que leyera el manual del Pointer antes de que pusiera un pie sobre el auto (que en ese entonces no era mío), cómo fue que él se olvidó del pequeño gran detalle de que bajo ninguna circunstancia bebía meter la llave del carro mojada en la cerradura de la puerta del piloto, porque provocaría que el microswitch de la alarma hiciera corto, se oxidara y dejara inservible el auto, con el sistema de alarma activado permanentemente.
Aparte es monísimo, porque resulta que la alarma del coche si está activada mientras el auto está encendido (y en movimiento) se detona un mecanismo antirrobo que hace que se apague donde quiera que te encuentres....
Total, mi fin de semana estuvo a dos segundos de valer soberanas madres.
Y se salvó gracias al Oso y una botella de Whisky con más de 60 años de añejamiento. Sé que hice muchos corajes anoche, que me perdí la fiesta de Nubia y que el chiste del coche me va a salir en más de 1,200 pesos. Pero dude... esa botella me pegó tan duro que no tengo mucha idea de qué hice anoche, ni cómo desperté hoy.
Eso sí, no olvidé votar.
Nada de anular el voto! No señor!
Es más, en una boleta incluso voté por Roberto Gómez Bolaños....
6 comentarios:
jajaja mi dentista me cae mal, por que siempre que voy me hace las mismas preguntas zonsas, y luego me pregunta por "mi novio" ¬¬ maldito....
jajaja hey el whisky es buen compañero del dolor, tanto físico como emocional, hiciste lo correcto XD
saluditos!!
hola amiga, te invitamos a que sigas nuestro blog y difundir esta linda cultura alternativa, gana premios con nosotros, acutalmente tenemos la promocion del cd y dvd de depeche mode celebrando que esta importante visita de nuevo nuestro Pais.
Hay que mandar a la de arriba con tu dentista para que se le quite la mala costumbre de no poner tildes y de andar espameando blogs.
Ñeeee, ni te fué tan mal.
Joto
A mí y a mi memoria nos aprece que has tenido episodios peores... por ejemplo, el boleto de platea que tienes guardado (y sin usar) del conscierto de Sabina en el Auditorio Nacional, tú tranquilo, ya vendrán tiempos peores.
Pixie: las compañías de esa noche también fueron excelente para dejar eso atrás, algunos ecos/fantasmas se asomaron, y no sé si se me perdonase eso, pero fue un fin hermoso.
ZacK: ¿?
Celestina: Pues de hecho no le entendí a Zack
Gaal: Tu jefa =-P
Sue: Ese boleto es un tesoro
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