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Por fin he terminado de ver Six Feet Under... desordenadas y a medio arrebato, aquí están mis notas sobre el suceso:
(Llenas de spoilers claro, si no la han terminado o piensan verla...
ustedes deciden si leer o no)
ustedes deciden si leer o no)
Es una mentira, Six Feet Under no tiene temporadas. No, tal vez las dividieron para organizar la producción, pero sus 63 episodios son una sola historia, entrañable, cercana e irrepetible, perfectamente hilada.
El realismo fotográfico con el que Alan Ball retrata a sus personajes jamás había sido tan humano. Para mi ellos no son actores, ni siquiera representaciones, a los Fisher les creo auténticamente que existen, y ellos son tú, y ellos son yo....
El nombre "Serie de televisión" le queda bastante corto, Six Feet va mucho más allá. Es sublime y brillante.
Six Feet Under o todos los matices de la fragilidad. La fuerza vital. La luz y la oscuridad en la vida. Aprender que todos estamos conectados.
Nuestra seriedad sobre la muerte es realmente nuestro esfuerzo por rechazar su milagro...
Por si solo, el episodio final es el momento más hermoso e irrepetible que ha vivido la televisión. Es arte, JODER, tan cuidadoso en el detalle, tan humano, tan intenso. Jamás había visto algo así en mi vida. Pasarán décadas antes de que pueda ocurrir algo tan milagroso.
Al principio del último episodio nadie fallece, con Willa la vida por fin se sobrepone a la muerte.
Al final Claire da vuelta en la misma calle donde la dio su padre.
Six Feet Under tiene todo el derecho de cambiar tu vida, y más aun, de reconciliar tu relación con la muerte...
Hay infinidad de formas de morir, tantas como las hay de vivir. Este milagro logra capturarlo, como una fotografía, como un instante que va de paso, que se va de tus manos. Tal y como dicen las últimas palabras de esta historia:
You can't take a picture of this, it's already gone...
2 comentarios:
El Romancero gitano, mi libro de Carilda y mi caja-tumba de Six Feet Under.
Qué placer que ahora pueda compartirse.
Compermiso, me voy a llorar de nuevo por esos últimos seis minutos.
:)
:) no tengo palabras (y nunca las voy a tener, diría Celia...)
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