Impecable y un clavel

Es una comedia de errores, verás, todo trata sobre tomar la caída... Como el descuido casi romántico de darle la bienvenida a gente que no existe. Como cuando no me porto bien con la alegría por lo que traigo al sur de mi garganta. Como la piel de viejito después de la alberca... que guarda en mi todos los sueños del mundo.

Y no pude evitarlo, columpiarme en la estructura, poeta. Tomarte por las letras (como si fueras mía), porque igual en el fondo sigo siendo un niño que hoy aprendió a sentarse bajo el agua.

Tal vez por eso entiendo tanto a George en Six Feet Under, y lo amo a ese pobre solitario, incapaz de sobrevivir en el mundo pero siempre cantándole a Ruth, mudo a los ojos esa tonada frágil... "Estoy tan jodido de la cabeza, y tú, a tu modo, con tu silencio y tus demonios, eres todo, y te amo y no quiero perderte".
Imposible no quererlo...

Hoy usaré mi diario para contarte un secreto. ¿Sabes? anoche tuve un sueño, iba a casarme.

Salía de mi casa, con un traje blanco impecable y un clavel. No tenía idea de quien era la novia, se me hacía tarde... entonces, salió de la nada este policía y comenzó a seguirme los pasos, en silencio, por las calles y el tiempo a la espalda. Nunca llegaba a la boda, nunca me detuvo el oficial. Cuando desperté por la mañana... el traje blanco y el clavel, me di cuenta de que yo era Elliott Smith...

En los últimos días ya no soñaba con Góndolas, ahora solamente se me moría la gente que más quiero, una persona distinta cada noche. Imagina, vivir la vigilia del sueño como un funeral perpetuo.
Por eso creo que mi madre debió llamarme Delia, como la canción de Dylan, all the friends I ever had are gone... you know?

Anoche, no sé cómo, tal vez por el calor de hogar, pero tuve este sueño, por fin sin muertos.

Y hemos sido en verdad felices.

Descansamos en paz...

(y pertenecer a tu tierra, y mi gratitud eterna).

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