NOTA: La siguiente crónica no es una crítica (ni una crónica), solo se trata de un ejercicio de periodismo Gonzo, a la Fear and Loathing in Las Vegas.
El 30 de septiembre era la clausura de la semana UNIVA y lo que supondría el fin para mi servicio social.
Los ánimos eran elevados, pero la cruda realidad era más patente. El evento más famoso de toda la semana, la clausura, se había ganado toda su popularidad a pulso gracias a sus ya legendarias borracheras. Agradables tertulias etílicas donde por una noche, la universidad católica se olvidaba de las buenas costumbres de El Señor, dando paso a un bello “bailongo chelero”, según la definición de un asiduo visitante a este festejo, que por cierto, ni siquiera alumno es…
Ah! Pero no contaban con la astucia de los organizadores! Que este año decidieron vender cervezas aplicando un sistema al más puro estilo “Tienda de Ralla de 1810”, donde el noble estudiante iba a una puestesito, compraba un boleto con valor por una cerveza, y de ahí se dirigía a otro puesto donde a cambio del boleto, que era depositado en una urna, le entregaban una cerveza.
Ah! Pero no contaban con la astucia de los organizadores! Que este año decidieron vender cervezas aplicando un sistema al más puro estilo “Tienda de Ralla de 1810”, donde el noble estudiante iba a una puestesito, compraba un boleto con valor por una cerveza, y de ahí se dirigía a otro puesto donde a cambio del boleto, que era depositado en una urna, le entregaban una cerveza.
Sin Sol...
Y bueno... La cosa funcionó bien por un par de horas, pero cuando el nivel de licor subió y se les subió… las cosas comenzaron a complicarse.
Los jóvenes educandos sedientos y ansiosos por ponerse más orates, atentaron contra uno de los puestos de cerveza, como viles hoolligans, tiraron las mesas, le hicieron manita de puerco al mesero y se clavaron las chelas.
Además de que robaron la urna con los boletos, que por cierto los meseros no se tomaron la molestia de romper en dos, por lo cual muchos consiguieron cervezas gratis en los puestos que aun funcionaban, el lado malo, los que si compraron boleto ya no alcanzaron cervezas…
Además de que robaron la urna con los boletos, que por cierto los meseros no se tomaron la molestia de romper en dos, por lo cual muchos consiguieron cervezas gratis en los puestos que aun funcionaban, el lado malo, los que si compraron boleto ya no alcanzaron cervezas…
Con Sol !
Ojalá el año que entre sea igual! Por qué? Porque yo no estaré ahí! Muajajajá!
ESE DÍA APRENDÍ QUE: El Factor de Talento en una tambora, banda o grupo norteño es directamente proporcional a la cantidad de licor en el cuerpo.
2 comentarios:
Excelente post, yo no estuve ahí, pero al leerlo me doy cuenta que fue lo mejor.
chale porque no me invitaste? por cierto tienes toda la razon, la intoxicacion (de cualquier tipo) mejora a cualquier tipo de musica
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