Viktor Navorski (Tom Hanks), un ciudadano ficiticio del ficticio país de Krakozhia, realiza una escala en su vuelo por el muy real aeropuerto John F. Kennedy, para su desgracia en ese lapso de tiempo, una guerra estalla en su país de origen y su pasaporte pierde validez.
Viktor ha perdido la nacionalidad y no puede regresar a casa, así que debe ingeniárselas para adaptarse y sobrevivir en una isla de restaurantes de comida rápida, locales de venta de revistas y miles de pasajeros de todas partes del mundo, que van y vienen de manera constante.
En La Terminal Tom Hanks es ahora (de nuevo) un naufrago surrealista.
Pero lo más extraño aquí, es que la trama de este filme no es producto de la imaginación del guionista Andrew Niccol (The Truman Show), sino que en realidad, está basado en el caso más extraño en la historia de la inmigración mundial.
Viktor ha perdido la nacionalidad y no puede regresar a casa, así que debe ingeniárselas para adaptarse y sobrevivir en una isla de restaurantes de comida rápida, locales de venta de revistas y miles de pasajeros de todas partes del mundo, que van y vienen de manera constante.
En La Terminal Tom Hanks es ahora (de nuevo) un naufrago surrealista.
Pero lo más extraño aquí, es que la trama de este filme no es producto de la imaginación del guionista Andrew Niccol (The Truman Show), sino que en realidad, está basado en el caso más extraño en la historia de la inmigración mundial.
sitting on his nowhere land...
Mehran Karimi Nasseri, el hombre de ningún de lugar, en algún momento de su vida fue Iraní, profesor de matemáticas de profesión, actualmente puede encontrársele en la Terminal A del Aeropuerto Charles de Gaulle en Francia, y no porque ahí trabaje; ¡es que ahí vive!
En una mezcla de muy mala suerte, burocracia y un poco de locura. La historia de Mehran Karimi o Sir Alfred, como le gusta que lo llamen, ha sido objeto de varios artículos, reportajes e incluso ahora, una película de Spielberg.
El caso es este: Resulta que Karimi fue un opositor del gobierno Iraní y por ello fue expulsado de su país, así que tomó un vuelo a Londres en busca de asilo político, corría el año de 1988.
El avión hizo una pequeña escala en París, en donde Karimi debería de transbordar a otro vuelo que lo llevaría a su destino, sin embargo, durante su corta estadía en el aeropuerto francés alguien le robó todos sus documentos incluyendo el pasaporte. Aun así decidió tomar el vuelo a Londres, pretendiendo explicarle a las autoridades británicas lo sucedido, por desgracia no tuvo éxito y fue deportado de vuelta al Aeropuerto Charles de Gaulle, en donde las autoridades no lo dejaron entrar a suelo francés y lo arrestaron por entrar ilegal. Por si eso fuera poco, fue imposible deportarlo a Irán, ya que no tenía documentos y era opositor del gobierno.
De ese modo, Karimi se vio orillado a pasar el resto de sus años viviendo en el aeropuerto, en calidad de Arrestado, sin nacionalidad, durmiendo en las sillas de las salas de espera, viviendo de la caridad, comiendo en los restaurantes locales, a lo largo de los últimos 16 años.
Curiosamente, después de algunas campañas a su favor y varios litigios diplomáticos, por fin en 1999 las autoridades locales le concedieron la residencia, sin embargo Sir Alfred no se ha movido de ahí… es el ciudadano del Charles de Gaulle.
En una mezcla de muy mala suerte, burocracia y un poco de locura. La historia de Mehran Karimi o Sir Alfred, como le gusta que lo llamen, ha sido objeto de varios artículos, reportajes e incluso ahora, una película de Spielberg.
El caso es este: Resulta que Karimi fue un opositor del gobierno Iraní y por ello fue expulsado de su país, así que tomó un vuelo a Londres en busca de asilo político, corría el año de 1988.
El avión hizo una pequeña escala en París, en donde Karimi debería de transbordar a otro vuelo que lo llevaría a su destino, sin embargo, durante su corta estadía en el aeropuerto francés alguien le robó todos sus documentos incluyendo el pasaporte. Aun así decidió tomar el vuelo a Londres, pretendiendo explicarle a las autoridades británicas lo sucedido, por desgracia no tuvo éxito y fue deportado de vuelta al Aeropuerto Charles de Gaulle, en donde las autoridades no lo dejaron entrar a suelo francés y lo arrestaron por entrar ilegal. Por si eso fuera poco, fue imposible deportarlo a Irán, ya que no tenía documentos y era opositor del gobierno.
De ese modo, Karimi se vio orillado a pasar el resto de sus años viviendo en el aeropuerto, en calidad de Arrestado, sin nacionalidad, durmiendo en las sillas de las salas de espera, viviendo de la caridad, comiendo en los restaurantes locales, a lo largo de los últimos 16 años.
Curiosamente, después de algunas campañas a su favor y varios litigios diplomáticos, por fin en 1999 las autoridades locales le concedieron la residencia, sin embargo Sir Alfred no se ha movido de ahí… es el ciudadano del Charles de Gaulle.
1 comentario:
Ah! Todos los dias se aprende algo nuevo... si un dia vuelo al Charles Gaulle me cae que me voy a tomar una foto con el.
Oye una duda... ¿cual es tu fuente o como te enteraste de esa historia?
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