Para situaciones como esta se han creado breves santuarios casi anónimos. Donde uno, bajo el pretexto de la celebración o la simple jarra, puede ponerse de pie ante el público y exhibirse, arriesgándose (con cierto placer culpable) a ser ametrallado por un cargamento de tomatazos. Claro que sí, como no, hablamos del Bar Karaoke.
El señor Sol había cumplido años y su festejo no exigía etiqueta rigurosa, ni que le llevaras una botella, no no no, el único requisito para unirte a la pachanga era que hicieras acto de presencia en el bar, y por supuesto, que cantaras frente a todos…
Tu orquesta un archivo MIDI que ni siquiera llega a polifónico. Tú inspiración la pantalla del televisor que muestra videos de lindos escenarios campiranos, europeos, otoñales, mientras ves iluminarse las letritas de la melodía. Tú público un montón de gueyes que igual que tú están ahí y puede que no sepan bien por qué, pero poseen la absoluta certeza de que quieran o no tendrán que abrir la boca tarde o temprano.
El resultado al final siempre será el mismo: El autor de la melodía que honraremos se estará retorciendo en su tumba luego de oírnos, o peor aun, lo pondremos un pasito más cerca del cementerio.
Quién necesita a American Idol?
Listos para el estrellato!
El señor Sol dio por inaugurada la masacre cantando Pretty Woman (quienes lo conocen sabe que resulta muy ad hoc). Y... siendo sincero no recuerdo todo lo que se cantó. Es más yo ni siquiera había llegado aun cuando iniciaron. Pero pa´ pronto me acoplé.
Elegir con qué canción te vas a quemar públicamente es una decisión de un elevado grado de complejidad. El balance entre lo kitsch, patético, jocoso y simpático debe ser fríamente calculado. Para mínimo, salir lo suficientemente bien parado para intentarlo de nuevo.
Al llegar ahí, las presentaciones formales, a algunas personas no las conocía o solamente por nombre sabía de su existencia. Yo estaba en una especie de trance. De todos los karaokes de la ciudad ese (En Patria esquina con Vallarta) no era el más amigable para mi en ese momento. Pero era el festejo del señor Sol, y pararte a berrear enfrente de todos sería un excelente catártico, al igual que un eficientísimo hara-kiri social.
El Mr. aun no estaba muy convencido sobre qué cantar, o no se animaba bien… y la primera rola siempre es la más difícil de entonar, así que para eso Dios (o la deidad de su elección) creó los duetos. Tomo al Mr. y lo paro junto a mi frente al monitor. La canción comienza. A huevo “Have you ever seen the rain?” de Credencia Aguaclara (así les llama mi padre).
Juro que no recuerdo qué cantabamos ahí =-S
Modestia aparte creo que fue la mejor entonada de la noche, en inglés claro. Esto se corroboría entre el Mr. y su servidor cuando nos tocó aventarnos otra vez a dueto “Heart-Shaped Box” de Nirvana que más bien sonaba como “jartcheipet bots”…. Yeah! “jei guey! ai gara a nu conplain!
Fue la onda… Igual que cuando todos cantaron Amante Bandido de Bosé, cuando nos robábamos las canciones que pedían otras mesas y todos terminaban aplaudiendo y haciendo coritos. El Señor Sol que no solo fue el alma de la fiesta sino del bar completo, y ah, que fotogénico es el desgraciado. Inmortalizados los momentos que El Señor Sol y el Mr. se aventaron “La Zopilota”, las rolas de Timbiriche y otras más que convenientemente he olvidado.
Los Zopilotes! Digo... cantando la Zopilota.
Pero claro no podía escaparme de vomitar “Cómo te extraño” de Leo Dan… Que sí, simbolizó algo sobre la última vez que estuve en ese bar, pero ya no tiene caso recordar.
ESE DÍA APRENDÍ QUE: No me sale el tonito Kurt Cobain!
3 comentarios:
Memorable noche... prometo a la brevedad subir mi post narrando los mismos sucesos. Increible cronica, sobre todo la introduccion, juraria que era el lado B de Dejad que los Panchos se acerquen a mi.
ya arreglen esa música...carajo!!!
Cuanto tiempo mas estarán con el problema de la musica??? ni funciona el player!!!! wey! excelente gusto sin servir...
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