miércoles, marzo 08, 2006

Cardiaco San Valentín (14 de Febrero)


Dios sabe (y mis amigos más cercanos) que tenía mucho, mucho, MUCHO tiempo sin festejar un San Valentín en forma. Porque las distancias no lo propiciaban o porque simplemente no había nadie. Así que este sería muy especial.

Empezó fatal con una reunión en el ITESO que me hizo perder una hora (que se retrasaron ellos en iniciar) para los demás eventos a quemarropa que tenía en el trabajo. La noche anterior había sufrido bárbaro, tenía la idea de cuál sería el regalo genial, el indicado, el especial, el irrepetible. Y conseguirlo iba a costarme (en esfuerzo) un ojo de la cara y tres cuartitos de mi cordura. Porque sería a contratiempo y porque el elemento primordial de mi idea simplemente ya no existía en Guadalajara, porque la maldita tienda que los vendía había quebrado!

El objeto: Tulipanes tallados en madera… importados de Holanda. La misión: Conseguirlos… casi imposible. Mis pesquisas me llevaron a Plaza del Sol por la noche, en pleno 13 de Febrero. Lo sé… Suicida. Pero valía la pena el sacrif… digo el esfuerzo.

Plaza del Sol era un manícomio, todas las tiendas estaban llenas de novios, novias y potenciales en absoluta histeria, luchando a muerte por la última almohadita de Cowco o sacándose los ojos por conseguir el globo con forma de corazón más grande. Una carnicería…
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Most Wanted Almohadita

En medio de todo eso, yo buscando una quimera. Busqué en todos lados y por fortuna en uno de los últimos lugares que se me ocurrió los encontré. Bueno, más o menos. Flores de madera… que no es lo mismo que talladas en madera. Me explico:

Con las flores talladas en madera tomas un tronco y lo amoldas hasta que tenga forma de flor y la pintas. Con las flores de madera, tomas capas delgadas de madera, del grosor de una hoja de papel, las pintas y haces que simulen las partes de una flor… el tallo, las hojas, los pétalos… Es mucho más frágil y un poquito menos vistosa. Pero su encanto reside en ser increíblemente realista… es difícil distinguir a simple vista que no es una flor natural.
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Flor tallada en madera
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Flor de Madera

Así que compré un tulipán rojo intenso. La primera parte estaba completa.

Al día siguiente. El 14 de Febrero, emprendiendo una misión aun más kamikaze, entre mis traslados por las radiodifusoras de la ciudad me dediqué a buscar lo que me faltaba del regalo: Un tulipán rojo intenso.

El destino, juro por Dios que por nada más que el destino, encontré un sitio cerca de Plaza Terranova donde vendían Tulipanes, y ahí había uno increíblemente rojo. Era el indicado. Aunque mi ruta de viaje no era la más positiva, porque los tulipanes son muy sensibles al sol y aún me faltaban un montón de estaciones por visitar fui feliz de tener completo el regalo perfecto.
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Eh...pues el tulipán rojo, obvio.

Así que tuve que hacerle un poco al acróbata y pasar algunos bochornos producto de la confusión natural de ir por ahí con una flor, viendo un montón de gente y todas ellas con la expectativa de recibir un regalo ese día. Pero al final llegué a la oficina…. Puse los dos tulipanes juntos en la misma maceta. A simple vista eran casi idénticos. Excelente.

Algo que me sucede muy seguido y a lo que ya debí de acostumbrarme, es que cada vez que llego a mi escritorio luego de salir de la oficina un rato, un par de horas o días, al verlo lo encuentro siempre, invariablemente retacado de papeles y pendientes. Esta vez no fue la excepción, y mi agenda se jodió un poco, había quedado con los chicos Inverso de tomar un café saliendo, cosa que ahora era físicamente casi imposible.

De hecho en el camino a El Informador me topé con Sue y yo al borde del ataque de histeria burócrata, ella tan atenta y linda, tuvo a bien a acompañarme y calmarme en lo que recuperaba cordura. Quedamos en repartir las invitaciones que me quedaban pendientes y luego pasar por algo para alimentarme (cosa que he olvidado hacer últimamente).

Entre dos o tres imprevistos por fin llegué (cargando con mi tulipán), y encontré a Sue sola con su soledad, nadie del grupo Inverso fue, pero resultó positivo ya que se convirtió en una reunión de amigos. Compartimos, el Diablo apareció en la cera, los sueños de proyectos se siguieron inflando, Ivy fue la imagen de fondo y los cubanos se reafirmaron en mi mente como muy buena gente.

El tiempo pasó volando y ya era hora de ir por la cereza del pastel.

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Abuelita!

Ir a un lugar tan bello y agradable como La Terraza de la Abuela tiene sus inconvenientes si es en una fecha tan concurrida. El sitio estaba atascado de gente, incluso había fila para esperar mesa! Ivette ya estaba ahí (que puntual!) le di los tulipanes y… pues nada más…

Luego de un rato de espera por fin pasamos… comimos hasta atascarnos… jajaja aunque solo comimos un platillo que compartimos. Escuchamos música de un trovador que estaba ahí en la terraza. Fuimos felices siendo nosotros…

Y eso… no lo cambio por nada, no se compara con ningún regalo.

ESE DÍA APRENDÍ QUE: San Valentín será una fecha comercial, pero el deseo de obsequiar algo especial a la persona que quieres no tiene nada que ver con lo consumista de ese día.

P.D. Sé que no expliqué el significado de regalar un tulipán real y otro de madera… Ese se queda entre tú y yo…
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

14 de febrero una fecha inventada por las compañias de tarjetas de felicitacion para hacer sentir a la gente como mierda.... jaj ja aja que bueno que tu si lo disfrutas. entren amigos de paco a http://www.threadless.com/submission/69124/True_blue y voten por un amigo de paco ponganle 5

Anónimo dijo...

Mr... aun recuerdo que esa fecha yo tambien la pase de maravilla. Me da gusto que usted aun conserve el sentimiento. Mis felicitaciones reiteradas para usted e Ivy y ojalá así sigan.

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